Triángulo Amoroso ✓

12 De regreso

Capítulo 12

[Editado]

Alaia.

Las siguientes dos semanas pasaron volando. Salí a recorrer Barcelona sola. No volví a encontrarme a Stefanno por el hotel no supe más nada de él hasta hoy que me enteré que vendrá mañana a la empresa. De Alek tampoco tuve noticias hasta el día que lo vi en el jet privado de regreso a Sicilia; según él había estado atendiendo "negocios".

Ahora me encuentro en la empresa terminando unos documentos para así poder irme a casa.

Al terminar el documento salgo de la oficina. Me dirijo a mi auto y lo enciendo. Manejé lo más rápido posible, detrás de mi venía un carro persiguiéndome. Desde que llegué lo he visto aparcado frente al edificio donde trabajo.

¿Serán enemigos de papá? No, él no tenía enemigos o eso quiero creer yo

Estaciono el auto en el garaje y subo a mi apartamento.

—Hola, huele delicioso.

Encuentro a Hanna haciendo la cena. Hace unos días llegó de Canadá y se está quedando unos días conmigo. Me había dicho que había tenido una aventura con mi hermano. Antes de lo sucedido conmigo y de que sus padres se enteraran ella estaba enamorada de Víctor, no pudieron estar juntos primero porque sólo tenía diecisiete años y Víctor veintisiete, segundo a él le daba miedo admitir que también le gustaba y tercero sus padres nunca lo aceptarían.

Él sufrió cuando se fue, ahora quiero creer que todavía hay amor todavía entre los dos. Ya pueden estar juntos, ya Hanna tiene veintitrés.

—Siéntate cariño, ya voy a servir.

Me sirve un plato delicioso de lasaña, comemos mientras bromeamos y contamos como nos fue hoy. No quise contarle de que siento que me persigue, no quiero preocuparla.

Después de cenar charlamos un rato más y después cada quien se va a su cuarto. Todo una ducha rápido y me acuesto a dormir, estoy muy cansada.

(..)

Al fin viernes.

Termino de guardar unos papeles en la carpeta cuando suena el teléfono de la oficina.

Atiendo. —¿Si?

—Alaia necesito que vengas a mi oficina. —cuelga la llamada.

Nos despertamos bravos ¿eh?

Tomo la carpeta y me dirijo a su oficina.

Llego rápido. Toco la puerta, la abro cuando escucho el típico adelante.

Está sentado en su silla giratoria detrás del escritorio, se ve poderoso. Su traje impecable como siempre.

Me siento en la silla frente a él.

—Aquí tengo la venta que se le realizó al señor Petrouv. —le entrego la carpeta.

—Perfecto pero, no te llamé para hablar de eso. —se encoje de hombros.

—¿De qué quieres hablar, Stefanno? —lo miro a los ojos.

Se muerde el labio inferior. —Quiero invitarte a salir ésta noche.

—Creo que hoy no...

Me interrumpe.

—No fue una pregunta sólo te estaba avisando. —sonríe de lado.

Me encanto cuando un hombre es posesivo.

Asiento.

Suena el teléfono de su oficina.— ¿Si? -silencio. -Aquí está. —silencio otra vez. —Claro, ya le digo que vaya. —frunzo el ceño.