Demasiado brillante → kiribaku

Capítulo 6

Kirishima se maldecia a si mismo, ¿Cómo podía ser tan estúpido? Tal vez era la atmósfera y lo cliché que era que la persona que te guste cuide de ti, ¡Pero no tenía justificación de haber besado a Bakugou!

Después del beso ambos de repente escucharon una puerta abriéndose, resulta que la mamá de Kirishima había llegado a casa y ninguno la escuchó por estar en el beso. Cuando entró intentaron disimular bastante, Bakugou que justo tenía un paño en la mano rápidamente fingió que la cercanía fue por ponerle el paño en la frente.

Recogió su maleta, hizo una reverencia hacía la madre de Kirishima y salió del hogar —claro que el tonto de Kirishima no se dió cuenta del sonrojo en las mejillas del rubio—.

— Ugh...— Suspiró cansado.

Se encontraba en clase. Bakugou no había aparecido por los dos días que habían tenido de escuela hasta ahora, ¿Era su culpa? Mierda, mierda, mierda.

No creía que Bakugou fuera una persona que falté a la escuela—además por un “simple” beso— pero ya no estaba tan seguro.

Ya no podía esperarlo más. Así que a la salida se dirigió rápidamente a la casa del mencionado rubio, tocó el timbre y nadie respondía.

Espero al de media hora cuando vió a Katsuki bajar de un autobús público —ya que había una parada a poco de su casa— y pudo presenciar unos ojos un poco rojos y molestia en su mirar, más de lo usual.

— ¿Bakugou?

El mencionado solo alzó su mirada y su cuerpo se tensó un poco.

— ¿Qué mierdas haces aquí?

— B-Bueno tú no has venido a la escuela...— Murmuró con vergüenza — ¡Si es por el beso yo te pido perdón!

— No todo gira en torno a ti, tonto — Kirishima juró ver un pequeño sonrojo en las mejillas del chico — No fuí a la escuela por otra razón

— ¿E-Entonces?

— Mi vie- madre enfermo — Intentaba ser lo más serio posible y casi se le sale ese apodo grosero — La acompañe al hospital esos días, pero en general está bien... creo

— ¿Crees?

— Aún no nos dan los resultados de sus exámenes, además esa mierda salió cara — Dijo entre dientes — Ya puedes irte pelos de mierda

— Tengo unas clases que tomar, ¿No lo recuerdas? — Burló un poco.

— No tengo ganas, pelos de mierda — Hablaba en serio, no estaba para bromas cuando no sabía si su madres estaría bien, aunque tampoco quería contarlo a todo el mundo, en especial al tonto de Eijirō — Así que vete

— ¿Puedo al menos hacerte compañía? T-Tal vez extrañes estar con tu madre....

— Tú no eres una señora enojona como mi madre, ¿De que sirve?

— Tal vez no sea una señora, ¡Pero puedo ser enojón! — Hizo un puchero y frunció el seño para burlar un poco — ¿Ves?

— Si, si. Deja tus chistes malos y entra de una vez a mi casa

Kirishima sonrió y siguió el paso hasta entrar al hogar ajeno. Se dió cuenta que era la primera vez que entraba, una que otra vez dejo cerca a Bakugou o en la puerta de su hogar al acabar el estudio, pero nunca había entrado.

La casa era bastante pequeña, aún más que la suya a pesar de que ambos vivían solo con sus mamás.

Era una especie de casa medio rústica pero un poco desgastada. Entraron y se sacaron los zapatos.