Demasiado brillante → kiribaku

Capítulo 2

Durante el segundo año de preparatoria había entrado Kirishima, un chico bastante atlético y energético. Sus padres apenas se habían divorciado, por lo que al mudarse con su madre termino yendo a otra ciudad.

Ahora era el nuevo de segundo año.

No tenía grandes expectativas ni nada por el estilo, lo único que esperaba era poder tener amigos y olvidar todo el dilema de sus padres. Pensó que tal vez enamorarse no estaría mal, pero no era su prioridad.

Las cosas cambiaron cuando ingreso al salón el primer día.

Ante sus ojos se había encontrado con un rubio de cabello puntiagudo y una piel blanca, tersa y perfecta. Ojos rojos al igual que los suyos, él era simplemente hermoso.

El chico solo estaba enfrente de él con el celo fruncido —y aún así se veía bien— Kirishima había llegado tarde y el profesor le había pedido al rubio que le habrá la puerta del salón.

— H-Hola

— ¿Vas a pasar? — Preguntó seco.

— ¡S-Si...!

El rubio solo se movió ligeramente y le dejó pasar, cerró la puerta y se volvió a su asiento.

— Gracias Bakugou — Dijo el profesor, y después regresó su vista a nuestro pelirrojo — Deberías presentarte al ser nuevo, ¿Lo harás?

— ¡Si, lo siento...! — Kirishima solo se puso delante de sus compañeros ve hizo un pequeña reverencia — Soy Kirishima Eijirō, soy nuevo en ciudad, espero que nos llevemos bien — Sonrió, gracias al aura animada que este tiene, algunos le sonrieron de vuelta sin pensarlo ni notarlo.

Pero el pelirrojo giró su vista, buscando al chico que le dejo entrar. Este estaba a lado de la puerta y en la primera fila.

El profesor le indico el único puesto libre, que para su desgracia fue al final de los asientos y a dos filas de “Bakugou”.

Solo tomó su asiento, aunque su mirada aún no se despegaba del otro chico, ¿Por qué estaba tan intrigado por él?

Bakugou ni siquiera había volteado a verlo cuando se presentó, este solo volvió al libro que tenía en su mesa.

Y así Kirishima solo podía observarlo sin recibir alguna respuesta ante sus acciones.

Sin notarlo, la clase había acabado. Por suerte al ser el primer día no habían mandando tarea, así pudo concentrarse en el chico rubio.

— ¡Hey! — Escuchó, sacándolo de sus pensamientos. Quien lo llamo fue una chica de cabellos rosados y una piel morena perfecta — ¿Aún no tienes con quién pasar el receso? — Preguntó la chica con una sonrisa.

— ¿No...?

— Pues nos preguntábamos con mis amigos — Señalo a unos chicos detrás de ella, uno con un cabellos electrizante y chillón, también bastante despeinado, y otro con un mullet negro. Ambos le sonreían amablemente — ¿Te nos unes?

— ¡Claro! — Aceptó emocionado, no pensó que iba a ser tan fácil conseguir amigos.

Así durante el resto de la semana se juntaba junto a esos tres interesantes amigos.

Sus nombres eran Mina Ashido, Kaminari Denki y Sero Hanta.

Eran bastante bromistas entre ellos y el curso les reconocía por eso, aunque también por interesantes cabellos. Tres teñidos —ahora incluyendo a Kirishima— y uno con un mullet, algo intesante de ver al menos en esa escuela. Por suerte no era una conservadora dónde pensaban que el teñirse afectaba el aprendizaje.