Capítulo 7

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Bakugou ya estaba harto de su vida.

No es que le pasará algo especialmente malo o terrible, simplemente ya no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor.

¿Cuándo tardaría que se acabará el segundo año? Ya estaba aburrido, como se mencionó al principio, el segundo año no es nada especial.

Aunque ahora tenía otra cosa que le molestaba, Kirishima. Bueno... no tanto él, sino las cosas que sentía al verlo.

Antes odiaba estar junto a él, y ahora... ¿Lo disfruta? Eso es raro, para sus compañeros, para su madre, y para el mismo. La madre de Katsuki no conocía al pelirrojo, habían notado que su hijo les hablaba mucho de él sin siquiera darse cuenta.

No hablaba de forma romántica, pero en casi todas sus conversaciones durante la cena, lo metía, como ahorita mismo.

— Katsuki estoy planeando salir él fin de semana a un templo en Kioto, tu abuela estará encanta de volverte a ver, además que por fin me dieron vacaciones — Decía su madre desde la cocina mientras Katsuki miraba su celular en el sillón.

— ¿Kioto? Kirishima se fué hace unas semanas allí... — El rubio ni siquiera alzaba la mirada, ni siquiera se dió cuenta que habló del otro chico — Si tu quieres vamos, me da igual

— Hm... — Asintió su madre, no podía de dejar de pensar en ese tal Kirishima — Sabes tengo una mejor idea para el fin de semana

— ¿Cuál?

— ¿Qué tal si invitas a tu amigo Kirishima? — Al escuchar eso Katsuki separó sorpresivamente la mirada de su dispositivo y vio con una cara extraña a su madre.

— ¿Qué...? — La miró con ira.

— Dije que si invitamos a tu amigo a almorzar con nosotros — Le sonrió perversa a su hijo, ella ya sabía lo que hacia, quería molestarlo un poco.

— No-— Y volvió a su celular molesto.

Su madre desde la cocina lo observó, y tenía ideando su plan. De verdad quería conocer al único amigo que había escuchado salir de la boca de su propio hijo.

←☼→

Era un día sábado, el día que Bakugou más amaba por decir así. No tenía que estar perdiendo su tiempo en un año Escolar que no vale la pena y ver al tonto de Kirishima y seguir con dudas en si mismo.

Al final no habían ido a Kioto como su madre le había dicho, aunque a él realmente no le importaba demasiado era un poco un alivio, estar horas y horas en un asiento de auto con la música de señora de su mamá era un poco molesto.

Además sabía que su abuela lo llenaría de besos y lo obligaría a limpiar un montón, tenía suficiente con tener que limpiar el solo su casa todos los días.

Era raro, habían desayunado con su madre y ahora se encontraba de nuevo solo en casa ya que esta salió al mercado. Pero Bakugou no sentía que hacia falta hacer compras, aún había lo necesario.

Y hablando de cosas raras, también el día anterior Kirishima se veía más emocionado de lo normal a que el día de escuela acabará.

Cuando Bakugou le preguntó la razón de su emoción, este solo respondió que iba a ir a algo que le emocionaba este sábado. Pero su actitud era raro, sus mejillas eran más rosas de lo usual y sus ojos más brillantes.

¿Qué le sucedía a esos dos? Par de raros.

Recostado en su cama Bakugou viendo al texto no dejaba de pensar en eso.

Demasiado brillante → kiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora