Pequeños

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Los primeros días en qué los pequeños estuvieron con sus padres estos habían tenido alguna que otra noche difícil. Si uno lloraba el gemelo contrario en seguida lo hacía también, comían cada 3 o 4 horas durante el día o la noche por lo que en algunas ocasiones los primerizos padres se quedaban despiertos para asegurarse que todo estuviera en orden con los pequeños.

Diana de vez en cuando iba a darles un vistazo para asegurarse que todo estuviera en orden y Alune los acompañaba parte de la noche antes de realizar sus meditaciones de madrugada, Jolie; la madre de Sett ayudaba con los pequeños en las mañanas para dejar que tanto su hijo como Phel pudieran dormir aunque sea un par de horas.

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Cierta noche Sett se encontraba recostado en su forma mágica, Aphelios estaba a su lado recargado en uno de sus costados mientras que arrullaba suavemente a ambos niños en sus brazos para que pudieran dormir con tranquilidad.

—Buenas noches, Aphelios... Sett.— Diana se acercó a ambos.

—Hola Diana.- Murmuró Aphelios mientras levantaba la vista a la matriarca.

—Lamento interrumpirlos, pero quería saber si Sett puede acompañarme, parece que cruzando el río del norte hay una isla así que quiero ver qué tan lejos se encuentra... Si está medianamente cerca entonces partiremos en un par de días.-

Aphelios desvió la mirada a su compañero quien inclinó un poco la cabeza. —Él dice que va a acompañarte —

—Oh ¿Ya aprendieron a comunicarse con la mirada?- Diana bromeó un poco.

—Algo así... Digamos que algo de magia nos ayudó a al menos entender un poco señas básicas cuando no es humano.— Aphelios hizo un poco de esfuerzo para levantarse, Sett lo ayudó usando su cola y parte de su ala para darle soporte y que no fuera a caer en algún momento por el peso extra de los bebés.

—¿Necesitas ayuda?

—Estoy bien, Diana... Ya me estoy acostumbrado a cargarlos al mismo tiempo.

La líder se acercó al regazo del Lunari en donde estaban los pequeños, al parecer la idea de dormir se había acabado cuando inició la plática, ambos estaban despiertos mirando fijamente a la mujer de blancos cabellos.

—Tus pequeños son muy lindos, Aphelios ¿Has tenido problemas además de no poder dormir bien?— añadió ella mientras acercaba suavemente su índice para acariciar las mejillas de los niños, primero uno y después el otro.

—Bueno... Sahi es muy activo por las noches, es con quién más tengo problemas para que se duerma ya que  cuando están juntos en su cuna algunas veces jala el cabello de Sashi.— Sahi era el gemelo más grande, tal vez incluso pesaba un par de gramos más que Sashi, generalmente este último solía dormir y despertar en casi la misma posición mientras que su hermanito se despertaba más veces aunque sea solo para ver a los al rededores.

Junto en ese momento el más pequeño chupaba suavemente su pulgar y se acurrucaba para poder dormir mientras que el contrario miraba a todos lados, como si siguiera algo con la mirada o simplemente mirando las nubes en el cielo.

—La verdad es que me sorprendió que ambos sean humanos.— Diana se asinceró.

—No cantes victoria tan pronto, Diana.— Jolie apareció de pronto mientras cepillaba su cabello con sus garras. —Aún son muy pequeños, si ellos serán dragones sus rasgos aparecerán cuando crezcan un poco más.—

Diana sonrió. —Es cierto, creo que me emocioné tanto que no lo pensé.—

Sett se acercó a Aphelios para poder darle una pequeña lamida en la mejilla y se levantó para que Diana viera que ya estaba listo.

El dragón de ObsidianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora