De la planta 50 para abajo hay oficinas ajenas a la firma de abogados y hacia arriba están los despachos, archivos, almacenes y demás pertenecias del bufete. Piso 65. Mi despacho y el de Katherine están en esta planta. Me lleva hasta el mío y me dice que vaya entrando mientras ella va a buscar unos papeles.
Parece que a la persona que hizo este edificio le gustaban las puertas de madera negras, porque todos los despachos tienen una. La abro y me encuentro con una sala muy parecida al despacho de George. Solo cambia la distribución de los muebles. A la izquierda hay una gran mesa con un ordenador y mil cosas más que están perfectamente ordenadas. Sigo observando, y en frente de la puerta hay un sofá de cuero negro a juego con la silla del escritorio, que da a una pequeña chimenea sobre la que hay una estantería medio vacía por el momento.
A la derecha de la puerta hay otra mesa, esta vez más grande que el escritorio. Está rodeada de sillas, así que, supongo que es la típica mesa para las reuniones. Por último, a ambos lados de la puerta hay dos grandes estantes vacíos que no tardarán mucho en llenarse de archivadores y carpetas a rebosar de papeles.
Decido ir hacia la ventana para disfrutar de las vistas mientras Katherine vuelve. Apenas hace dos horas que estoy en Los Ángeles y todavía no he podido gozar de las maravillas de la ciudad. Las personas son como hormigas desde aquí arriba, se mueven rápido y saben lo que tienen que hacer. No se andan con rodeos. Esto es como otro mundo. La gente aquí vive de verdad; se toman muy en serio su trabajo, cuidan de los demás casi más que de sí mismos, sirven y protegen a su país como si fuera parte de ellos...
-Es bonito, ¿verdad? -me pregunta Kate sacándome de mis pensamientos.
-Eh... Sí, estaba pensando en que aquí, en Estados Unidos en general, vivís de otra manera, parece que estáis en otra galaxia.
-Bueno, con respecto a España, estamos en la otra punta del mundo, pero tampoco es para tanto y tú mismo lo podrás comprobar. Cuando lleves aquí dos o tres meses empezarás a quejarte del maldito tráfico y de las aglomeraciones en el metro y en los centros comerciales. Olvídate de España, incluso de Madrid o Barcelona, que podrían ser lo más parecido a esto. Hoy empiezas una nueva vida, y la vas empezar viendo tu primer caso en Los Ángeles. -dice, a la vez que me pasa una carpeta en la que se lee "Mr. & Mrs. Smith".
-Creía que tenías que ponerme al día de los últimos casos. -le contesto, extrañado.
-Olvida lo que te he dicho sobre hacer caso a George.
-Está bien, -digo un poco confundido- ¿me ayudas, entonces?
-A ver... Patrick y Meredith Smith. Domicilio: 11603 Vermont Avenue 58, Los Ángeles. 40 años casados... -empieza a leer en voz alta el informe-. Causa de la petición de divorcio: infidelidad por parte del cónyuge masculino (Patrick Smith)... Este es de los fáciles. -dice sonriéndome.

ESTÁS LEYENDO
Lo que fue y no tuvo que haber sido
Misterio / SuspensoNunca imaginaste las consecuencias que tiene querer lo que no se puede tener.