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— ¿A-Xian? —Preguntó al aire, como asegurándose de que su vista no le jugaba una mala pasada.

La figura en el bote seguía agitando la mano con incrementada efusividad mientras gritaba. — ¡Shijie, he vuelto! —Mientras seguía saludando, su medio de transporte se acercaba cada vez más al muelle, estando lo suficientemente cerca, Wei Ying saltó hacia la estructura de madera con una canasta en mano, corriendo para llevar lo más rápido posible hacia su hermana.

— ¡Ten cuidado! —Le gritó la mayor, con una leve sonrisa que cubría con su manga.

Wei WuXian corrió escaleras arriba, donde al terminar los escalones, la dulce figura de su hermana lo esperaba. — ¡Shijie! Te he echado mucho de menos. —Ambos se dedicaron una suave risa, mientras el de túnicas negras recuperaba el aliento.

—Pensé que sería un año entero, ¿Por qué has vuelto tan pronto? —Preguntó con intriga, debía admitir que volver a ver a su hermano la hacía muy feliz.

—Porque te extrañé demasiado. —Respondió con simpleza, ganándose como recompensa, una suave y dulce risita de su hermana.

—Eres una dulzura. —Respondió ella observando al chico que tenía al frente, no parecía tener lesiones, así que se relajó un poco.

—Oh, cierto. —Dijo de repente el menor, estirando hacia la chica la cesta que llevaba en sus manos, la cual abrió y dejó  que el contenido se hiciera visible. —Es para ti.

Dentro, descansaban cuatro barras de jabón decoradas con una flor tallada en el centro. YanLi se acercó a observarlas. — ¿Para mi? —Levantó la vista y le regaló otra sonrisa a su hermano. — ¡Gracias!

—Me alegra que te gusten. —Respondió Wei Ying sonriendo triunfante, detrás de él, el barco donde venía Jiang FengMian atracó en el muelle y este bajó, al mismo tiempo que el chico gritaba. — ¡Me perdí tu sopa de raíz de loto con costillas de cerdo! —Dijo haciendo berrinche.

El hombre mayor caminó a paso lento, mientras escuchaba a su hija hablar con el hijo de sus amigos.

—Ya he hecho un poco. —Lo tranquilizaba ella, aguantando la risa.

— ¡Y raíz de loto agria y picante! —Pedía sin descaro alguno.

—Todo preparado. —Le respondió con calma. Realmente había extrañado la enérgica personalidad del chico. Jiang FengMian mientras se acercaba, saludaba a todo aquel que se cruzara, con una sonrisa amable en su rostro.
Ya cerca de donde su hija estaba, escuchó la última petición de Wei WuXian.

—Hazlos realmente picantes. —Fue lo último que dijo.

Una sonrisa cómplice adornaba el hermoso rostro de A-Li, mientras le hacía un cariño en la nariz al menor y luego sentenció. —Suficientemente picante para hacerte llorar. —Ambos volvieron a reír de forma corta pero complacida por la compañía mutua.

Al estar detrás de Wei WuXian, YanLi pudo divisar la figura de su padre y al instante le saludó. —Padre. —Dijo, haciendo una leve reverencia.

El hombre simplemente le preguntó. — ¿Dónde está tu madre?

—En… el terreno de entrenamiento. —Respondió desviando un poco la mirada.

Sin decir nada más, Jiang FengMian asintió y emprendió su camino en búsqueda de su esposa.
Los jóvenes no se quedaron atrás y comenzaron a caminar también de regreso a su hogar.

Mientras la familia se reunía, Liang luego de guardar su nuevo regalo, salió de su habitación, buscaba a la mayor con la mirada pero no había indicios de que estuviera por ahí.
Caminó unos pasos más hasta la entrada de uno de los muelles que más frecuentaban, pero no había nadie allí. Confundida, deambuló por un patio cercano. Caminaba sin rumbo, pues no sabía dónde encontrar a su amiga, siguió un camino que la llevó a la entrada de los terrenos de entrenamiento, estaba por entrar, cuando observó a algunos discípulos con cara de terror mezclada con alegría, observó las figuras de Jiang FengMian, Jiang YanLi y una sombra negra al lado del líder de secta, no podía ser otro más que Wei WuXian.
Estaba confundida, ¿Qué hacía él de regreso en Yunmeng? No tardó mucho en enterarse, puesto que la voz como trueno de Madame Yu invadió su sentido auditivo.

Sacrificio con aroma a lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora