Sacrificio con aroma a loto

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Con el evento tan cerca, la tensión y ansiedad tanto en LanLing Jin como en Yunmeng Jiang casi se podía ver a simple vista.
YanLi había regresado a Yunmeng para las pruebas finales de su túnica roja para el gran día.

La costurera no se midió con los detalles, colocando diversos adornos hechos en oro. Cada mínima parte gritaba lujo y amor incondicional.
Una vez que todo estuvo listo, Jiang YanLi le pidió a su hermano el último gran favor antes de su ceremonia; ver a Wei WuXian.
Aunque A-Cheng sabía que era algo demasiado complicado e inseguro, no podía negarse al pedido de su hermana, más aún cuando ella estaba a poco tiempo de abandonarlo. A regañadientes aceptó, decidió pedirle ayuda a la única persona que no se negaría a hacer lo que fuera por su hermana mayor, Jin Liang. Le escribió a la menor una corta y concisa carta donde pedía reunirse con ella para planear el encuentro.
Como lo supuso, la chica no se negó a reunirse con él, aunque estuviera demasiado ocupada con los preparativos allí en Lanling, y mucho menos en ayudarle con esa anhelada reunión. Su encuentro no duró mucho pero fue suficiente para ponerse de acuerdo entre ellos y hacer posible el deseo de A-Li.

Unos días antes de iniciar la procesión, Jiang Cheng recibió una mariposa dorada de Liang, quien estaba en Yiling, donde le avisaba que Wei WuXian estaba en el pueblo. Estuvieron esperando a que apareciera, y para su suerte, el joven apareció por una de las concurridas calles. El joven líder de Yunmeng le pidió a su hermana que se alistara para viajar, por lo que YanLi no dudó ni un segundo y rápidamente acomodó su cabello junto a sus joyas y una canasta con algunos utensilios de cocina junto a una humeante cazuela. El vestido carmesí con dorado brillaba bajo los tenues rayos de sol, el suave maquillaje cubría las pálidas mejillas de la joven novia.

Hermosa en palabras de su hermano.

Una vez lista, su hermano hizo un par de maniobras raras y se las arregló para que ambos pudieran viajar. Llegaron a salvo a un pequeño patio abandonado el cual fue acondicionado previamente por Jin Liang.
Fue Jiang Cheng el encargado de ir a buscar al mayor. Jin Liang por su lado, se quedó en las afueras del pueblo. Aquel encuentro era exclusivo de los hermanos, de igual manera, estaba segura de que YanLi no estaba enterada de su presencia, por lo que su mejor opción era quedarse fuera.

Por otro lado, Wei WuXian se encontraba de compras en Yiling con su trabajador cuando una conocida figura apareció de repente en el callejón que tenía ante él. La mirada de Wei Wuxian se congeló. La siguió sin hacer ruido.
Detrás de la figura, ambos llegaron a un pequeño patio. Tan pronto como entraron, las puertas del patio se cerraron.

Se oyó una voz fría. —Vete.

Jiang Cheng estaba parado detrás de ellos. Él había sido el que cerró la puerta. Las palabras estaban dirigidas a Wen Ning.

Se sabía que el joven líder Jiang era alguien que guardaba profundos rencores, por lo que estaba impregnado del odio que tenía hacia la Secta Qishan Wen. Y, como había estado inconsciente todo el tiempo cuando Wen Qing y Wen Ning lo ayudaron, no podía sentir lo mismo que Wei Wuxian.

Debido a esto, nunca había mostrado cortesía hacia Wen Ning. La última vez que pelearon, él tampoco mostró piedad. Al ver de quien se trataba, Wen Ning inmediatamente miró hacia abajo y salió del lugar.

Una mujer estaba de pie en el patio, vestida con una capa negra y un sombrero de bambú con velos de gasa colgando de los costados. Wei WuXian sintió su garganta hincharse. —... Shijie.

Al oír los pasos, la mujer se quitó el sombrero y también la capa. Bajo la última, había túnicas nupciales color escarlata. Jiang YanLi llevaba las refinadas túnicas en su cuerpo y un brillante rubor en sus mejillas, el que añadía algo de color a su rostro. —A-Xian... —Murmuró ella, con emoción y algo de tristeza en su voz. Su hermano se veía diferente, pero al mismo tiempo tan familiar. — ¿Cómo has estado?