Liang corrió de regreso al salón donde su tía y amiga estaban, algo alterada. Llegando a la puerta se detuvo. No quería asustar a nadie ahí dentro, por lo que respiró profundamente un par de veces y con la cabeza en alto como si nada estuviera pasando, entró, saludó a todas las presentes y sin esperar una invitación o aprobación, tomó asiento a un lado de YanLi, quien sonreía tan encantadora como siempre. A Liang no le quedaba más que fingir que todo estaba bien. Observaría todo a su alrededor antes de decidir que movimiento hacer.
—A-Liang estás aquí. —La chica se volteó a verla, casi ignorando por completo a Madame Jin. —Tardaste mucho en venir.
—Lo siento, quería tomar un baño rápido y terminó extendiéndose. La cacería me dejó agotada.
— ¿Estuviste dentro del terreno de caza? ¿Estás bien? ¿No te hiciste daño? —La preocupación brilló en los ojos ámbar. Liang tuvo un mini colapso interno, que ocultó con una sonrisa.
—Estoy bien, estoy bien. —Respondió suave. Pero ¿Cómo le decía que era lo que le había hecho daño en realidad? Antes de que rompiera a llorar, decidió cambiar de tema. — ¿De qué estaban hablando?
—Bueno, Madame Jin estaba contándome sobre su experiencia en las cacerías.
YanLi se dispuso entonces a contarle lo que la mujer mayor le estaba diciendo, mientras Xia se hacía cargo de las demás mujeres dentro del recinto.
Nada se sentía extraño en aquel lugar, hasta que Jiang Cheng entró con su usual rostro serio.—Jiejie, tenemos que hablar. —La seriedad en sus palabras les dio escalofríos a ambas mujeres.
Liang se mantuvo al margen de la conversación.— ¿Qué sucede A-Cheng? —Le habló con suavidad y cariño la mayor.
—Algo muy serio, lo mejor será que vamos a nuestras habitaciones. —Jiang WanYin miró a su hermana con eterno cariño, pero muy, muy preocupado.
—Me asustas, A-Cheng, ¿Es tan grave el asunto?
—Si. Lo es. A-Li, en serio tenemos que hablar.
El poco color del rostro de la mayor desapareció. Liang la tomó de la mano al verla.
— ¿A-Liang puede venir conmigo, A-Cheng?
El líder Jiang miró a Liang y con un asentimiento le dio a entender que ella también podía ir.
Los tres entonces caminaron fuera del salón con dirección a los aposentos Jiang, Jin Liang no soltó en ningún momento la mano de su amiga. No tardaron mucho en llegar.
Jiang Cheng no quería ser descortés con la Jin, pero no creía correcto que ella estuviera con ellos. Aunque la insistencia de YanLi de dejarla estar con ellos era mayor. Liang comprendió la gravedad de la situación y disculpándose, dejó a YanLi con su hermano en la puerta de los aposentos y se retiró hasta el patio para darles privacidad.
El Líder Jiang le agradeció con un asentimiento y guiando a su hermana, ingresó en el lugar.
Estando ya dentro, Jiang Cheng soltó un suspiro cargado de cansancio. -Jiejie, lo que tengo para decir no es fácil...
—Ya dime, A-Cheng...
—Se trata de Wei WuXian. Él...
— ¿A-Xian se encuentra bien? ¿Está herido? —Interrumpió la mayor comenzando a desesperarse.
—No, no está herido, pero hizo algo impensable y no sé cómo ayudarlo. —Ante la mirada preocupada de su hermana, Jiang Cheng inhaló profundamente.
Se quedó en silencio buscando las palabras adecuadas para contarle a su hermana lo que había pasado. No quería mentir, pero tampoco sabía cómo tomaría la información que estaba a punto de darle.
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Sacrificio con aroma a loto
Fiksi PenggemarDicen que un sacrificio es algo que solo personas trastornadas y con sed de venganza llevan a cabo. Pero ese no es el caso de Jin Liang, quien lo hizo por amor, por un cariño tan puro que solo una persona provocó en ella y por quién aceptaría a la...