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Se encontraba cerrando su segunda maleta, pero la intensa mirada de Ten sobre él lo estaba poniendo demasiado nervioso, haber aceptado no implicaba total aprobación y eso seguía preocupándolo.

Johnny le había enviado un mensaje donde le informaba que estuviera listo, que alguien pasaría por él y Taeyong rogaba a todos los cielos que aquello no acabara tan mal, no quería que todo se fuera por la borda, aunque agradecía la preocupación de Ten.

— Sabes, podrías comenzar ahora ― hablo cuando finalmente termino ― No necesitas esperar a que llegue ―

— Lo esperaré ―

El timbre sonó y antes de abrir Taeyong observo a Ten acomodarse mejor en la silla mientras esperaba a este abrir y casi agradeció al cielo que el presente fuera Doyoung y no Johnny, era más sencillo lidiar con el pelinegro.

— Johnny me pidió venir ¿Estás listo? ― pregunto ―

— Así que el bastardo ese ni siquiera puede venir por Taeyong ― hablo Ten a sus espaldas mientras él suspiraba ― ¿Tú quién diablos eres? ―

— Lo mismo podría preguntar ―

Realmente esperaba que todo saliera medianamente bien, porque que todo saliera bien, era imposible.

— Este idiota es mi amigo ― respondió Ten colocándose a un lado de él ― Y si piensas que podrían verle la cara de estúpido, les quiero informar a ti y a ese mal nacido que no esta solo ―

— ¿Ah sí? Pues que bien cuidas de este idiota ― señalo a Taeyong ― Pudiste llegar unos días antes y haberlo cuidado de cometer alguna locura ―

— Claro y a ustedes les quedo perfecto ¿No? Escucha ―

— Esta bien ― interrumpió el rubio mirando a ambos ― Si están peleando por quien me insulta más, declaro un empate ―

Taeyong tomó del brazo a Ten, suplicando con la mirada.

— Ten por favor, es por Chenle ― hablo ― Nada me pasará y en un par de meses estaré de vuelta ―

— Lee Taeyong ―

El rubio volvió a su suplica silenciosa, sabiendo el dilema que representaba para su amigo y sin embargo necesitaba algo más que un regaño, realmente necesitaba algo más.

— Prométeme que a la primera cosa mala que te haga ese imbécil o ese ― señalo al pelinegro que se encontraba en su teléfono ― Vendrás aquí, me lo dirás y yo iré directo a partirles la cara ―

Sonaba aterradoramente sincero.

— Sí Ten ―

— Oye tu ― llamo al pelinegro que apenas levanto la vista ― Si Taeyong sale lastimado, física o emocionalmente los haré cavar su propia tumba ―

— Tú y tus ―

— Vámonos Doyoung ― interrumpió el rubio caminando hasta la puerta para salir lo más pronto de ahí ―

Se despidió con una sonrisa para unos segundos después abrir de nuevo la puerta en busca de sus maletas, mientras Ten le deseaba la mejor de las suertes y un poco maldiciendo al pelinegro.

❖❖❖

Había adelantado la junta con su padre y los socios para poder tener la tarde libre y poder comenzar con la organización de su vida privada, nunca había sido un maniático del control, pero necesitaba que esa parte no se saliera para nada de las líneas pactadas.

Directo Seo, su padre esta aquí

— Gracias Jisoo, hazlo pasar ―

Estaba terminando los últimos detalles del reporte cuando la puerta se abrió y su padre hizo acto de presencia, tan serio como solía ser la mayor parte del tiempo.

Big chances, Big mistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora