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Johnny podía asegurar en aquel preciso momento que podría mirar a Taeyong dormir por el resto de su vida, que definitivamente quería verlo dormir a su lado por el resto de su vida.

No sabía en que momento su suerte había cambiado, en que momento el destino había sido tan maravilloso de poner en su camino a alguien como Taeyong, agradecía a Doyoung por haberlo encontrado ¿Debería hacerle un altar? Probablemente y aunque no fuera una persona que necesitara de la autorización de nadie, le debía a su amigo por lo menos hablar claro.

Doyoung tenía que saber que Taeyong no solo era un chico de paso, no era un chico que lo ayudaba, ni nada que se le pareciera, tenía que saber que Taeyong era el amor de su vida y estaba dispuesto a aferrarse, luchar, demostrar y compensar absolutamente todo por él.

Que daría todo por él.

— ¿Por qué me miras así? ― pregunto apenas comenzando a abrir los ojos de forma perezosa ―

— Es que sigo sin creer ―

— ¿Qué cosa? ―

— Que alguien como tu, este a mi lado ¿Qué habré hecho bien? ―

Taeyong sonrió aun con un semblante adormilado y aun así, lucía precioso.

— ¿Qué hay de ti? ¿Sabes cuantas cualidades tienes? ―

Johnny estaba seguro de que Taeyong era el único que podía ver más cualidades que defectos y estaba bien, le gustaba que él viera ese lado suyo, porque el castaño sabía que era uno que no solía mostrar al mundo, quizás egocéntricamente creía que nadie merecía verlo.

— Seguro que no son tantas ― respondió abrazándose al cuerpo del rubio ― Pero aun así quédate conmigo ―

— ¿Por qué me iría? ―

— Porque Doyoung tiene razón y a veces soy un idiota ― murmuro haciendo sonreír a Taeyong que estaba seguro que exageraba ― Taeyong hay tanto que quiero que hagamos juntos que no se por donde comenzar ―

— ¿Cómo cuales? ―

Johnny alzo el rostro con una enorme sonrisa, estaba feliz y era algo que Taeyong sentía, era una especie de felicidad única, compartida y genuina.

— Salgamos de vacaciones, podríamos llevar a Chenle con nosotros, iremos a donde ustedes quieren ― comenzó recargando su mejilla en el pecho de Taeyong donde podía escuchar los latidos de su corazón ― Compremos otra casa para que él pueda vivir con nosotros con una habitación tan grande que necesite un mapa para caminar por él, Tae casémonos ―

— ¿Qué? Pero si tu y yo ya estamos casados ―

— Sabes a lo que me refiero ―

Johnny alzo el rostro para mirarlo fijamente, haciendo que su propio corazón se comenzará a acelerar.

— Lo que firmaste, no es lo que quiero para ti, no es lo que mereces ― hablo ― Lamento si me di cuenta tarde, quiero que nos casemos y que ese día, todas las personas importantes para ti y para mi estén ahí ―

— Johnny, eso es ―

— Un gran lugar, que todo el mundo sepa que he encontrado al mejor chico del mundo, que estará a mi lado y que nos amaremos por el resto de nuestras vidas, porque te amo Tae y necesito que lo sepas ―

Taeyong estaba seguro de que estaba soñando, estaba seguro que sería él quien terminaría diciéndole aquellas palabras a Johnny, al menos primero y con el corazón latiéndole tan fuerte se abrazo a Johnny.

— Johnny, yo ―

El sonido del móvil de Johnny interrumpió las palabras del rubio y estaban dispuesto a dejarlo, el castaño estaba por apagarlo.

Big chances, Big mistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora