Epilogo

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Es increíble que mi hijo haga una cosa tan horrible, te desconozco Johnny y francamente estoy tan decepcionado de ti, tu madre y yo realmente estamos tan decepcionados y no estamos de acuerdo con su ahora relación o sea lo que sea que tienen

Taeyong estaciono el auto, con los nervios aun, sus manos temblaban y sentía un nudo en la garganta, pero no quería dar marcha atrás.

Cuando los padres de Johnny se habían enterado de todo, se habían molestado tanto que desde ese día no hablaban con Johnny y él no quería algo así, su ahora novio estaba bien pero aun con todos los defectos que la gente pudiera ver en él, amaba a sus padres.

Johnny se reuniría esa semana para entregar la empresa a su padre, no es que se la hubiesen pedido, pero decía una y otra vez que era lo correcto y podía serlo, pero Taeyong había aprendido a conocer a su novio, sabía cuanto trabajaba y amaba ese lugar.

Bajo con la pequeña bolsa en sus manos y totalmente decidido camino hasta la puerta para tocar el timbre.

— ¿Taeyong? ¿Qué haces aquí? ― golpe de suerte que después de unos segundos fuera el mismo Sr. Seo quien le abriera ― Te recuerdo que no son bienvenidos aquí, así que te sugiero que te vayas ―

— Solo vengo a entregarle esto ― alzo la bolsa que el Sr. Seo tomo después de unos segundos ― Johnny y yo somos un par de tontos como Doyoung nos llama, pero realmente nos amamos y lamento mucho lo que paso antes de darnos cuenta de ello, solo quiero que sepa que cuidaré bien de él y que aun después de que Johnny entregue la empresa, las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas para ustedes ―

— ¿Crees que puedes convencerme con algo así? ―

— No y francamente no me importa ya ― continuó haciendo una reverencia ― Amo a Johnny y si tenemos que comenzar de cero, lo haremos juntos ―

— Lo que hicieron fue algo tan bajo ―

— Solo luchábamos por lo que realmente queríamos y nos importaba, se que no fue la mejor manera, pero nadie tiene un reglamento sobre la vida y toca aprender a base de errores ― sonrió ― Hasta luego Sr. Seo ―

Camino hasta el auto mucho más tranquilo, quizás las cosas se complicarían, pero así había sido toda su vida y una vez mas no lo mataría, mucho menos porque esta vez estaba rodeado de gente que lo quería.

— Taeyong ―

Se giro antes de llegar al auto, siendo llamado y confundido.

— ¿Sí? ―

— Si dejas a mi hijo, le regresaré la empresa ―

❖❖❖

— ¡Doyoung! ¡Kim Doyoung! ―

Pero no quería ni pensaba detenerse, no importaba si tenía que irse a pie hasta el fin del mundo, no se detendría bajo ninguna circunstancia, incluso agotado continuaba maldiciendo, no fue hasta que llego a su departamento que cerro y se dirigió directo hacia el baño cerrando y asegurándose de que nadie pudiera entrar.

— ¡Doyoung! ― grito Jaehyun desde el otro lado de la puerta ― ¡Hablemos! ―

— ¡No! ¡Vete! ―

— Doyoung, escúchame y después puedes echarme si quieres ¡Pero no me iré antes de que me dejes hablar! ―

— ¡Terminamos! ― grito sorprendiendo al castaño ― Ahora vete, no necesitas darme una explicación ―

— De acuerdo Doyoung ―

Se hizo un silencio que le causo una horrible sensación y sin embargo espero unos minutos más antes de abrir la puerta y comprobar que no había nadie, que Jaehyun realmente se había ido.

Big chances, Big mistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora