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Abrió la puerta del departamento mientras se estiraba, había sido un día bastante largo, pero finalmente se encontraba en casa, en casa de Jaehyun.

— Él dijo que podía venir las veces que quisiera ― se dijo a si mismo mientras tomaba asiento en el sofá y comía un poco de helado ―

Jaehyun había estado trabajando fuera de la ciudad, pues estaba teniendo una especie de sesión de fotos en el campo y lo había visto apenas poco, por esa razón es que solía pasar la mayor parte del tiempo en el departamento del castaño como una forma de extrañarlo menos, incluso se colocó un pijama que pertenecía a él que dicho sea de paso, le quedaba bastante grande.

Se dedico a vagar por el departamento, desde comer apenas algo, ver televisión, jugar con su celular para finalmente llamar a Ten.

— ¿Qué? ―

— ¿Qué haces? ― pregunto tomando asiento en el sofá ―

Hubo un silencio del otro lado de la línea.

— ¿Ten? ―

— Debes estar bromeando ― respondió finalmente ― Estaba en medio de un apasionado beso con mi novio y tu me interrumpes para preguntarme que hago ― se podía escuchar la molestia ― ¿Qué acaso no tienes algo mejor que hacer? ¿Dónde esta tu novio? ¿No te mantiene entretenido por las noches? ―

— Jaehyun no es mi novio ―

— ¿Y ese viene siendo mi problema? Quizás por eso no te lo pide, porque eres demasiado molesto y no sabe como decírtelo ―

Hizo un puchero pensando que quizás podía ser así, Jaehyun no le había pedido ser novios aun con todo lo que habían pasado juntos y en aquel momento parecía darse cuenta de ello.

— ¿Doyoung? Escucha no es lo que quis ―

Colgó para lanzar su móvil y comenzar a recoger sus cosas, lo mejor sería ir a su propia casa y dejar de estar lamentándose, las palabras de Ten parecían ciertas y ni su móvil sonando insistentemente lo detuvo.

❖❖❖

Cerro la puerta con cuidado y extrañado del silencio que había por el lugar. Ten lo había llamado para decirle que había metido la pata con Doyoung y que este ya no respondía su teléfono, cosa que corroboro al intentar llamar, llamo a ambos departamentos sin éxito y finalmente se encamino al del pelinegro donde estaba seguro que estaría.

Camino hasta la habitación del pelinegro que de igual forma se encontraba a oscuras y aun así pudo divisar el pequeño bulto arriba de la cama,

Prendió la lampara para después recostarse a su lado mientras se abrazaba al cálido cuerpo de Doyoung.

— Se que no estas dormido ― hablo ―

— Si lo estoy ―

Había aprendido a leer a Doyoung y aunque aun había mucho que conocer, se jactaba de poder presumir de ello.

— ¿Qué paso? ―

— Estoy dormido ― respondió abrazándose más a la almohada ― ¿Qué haces aquí? Llegabas mañana ―

— Llego cada vez que me necesites ― susurro ―

Y contra todo lo que llego a imaginar, Doyoung se giro para sentarse sobre su regazo y sosteniendo sus manos contra el colchón lo miraba con un semblante que le provoco un escalofrío.

— Oh dios mío ― el pelinegro llevaba su pijama que le quedaba muy grande dejando ver más, el cabello revuelto y la posición, además de su expresión bajo la tenue luz no ayudaban ―

Big chances, Big mistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora