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Apenas estaciono se giro a mirar a Doyoung que dormía plácidamente en el asiento del copiloto haciéndolo sentir culpable, la noche anterior apenas había dormido.

Había pensando en acampar sin consultarle y no le costo mucho darse cuenta de la poca capacidad del pelinegro para estar en un lugar así, iba bastante preparado si, pero Doyoung no era precisamente el mejor en supervivencia y aunque en más de una ocasión le insistió en regresar, Doyoung era sumamente terco y decía una y otra vez que podía con ello.

Quizás la cena había sido el momento más tranquilo, con Doyoung cerca de una fogata que había hecho se mantuvo caliente y alejado de los bichos, pero a la hora de dormir había sido quizás el momento más difícil, lo supo cuando despertó poco después de media noche solo para encontrar a Doyoung despierto mientras intentaba luchar con algunos mosquitos, su primera reacción había sido la de volver, pero Doyoung se negó diciendo una y otra vez que era peligroso a esa hora.

Intento quedarse despierto junto al pelinegro, pero este le había dicho que tenía que estar bien para conducir y asegurándole que estaría bien ambos fueron a dormir, pero apenas amaneció y cargo todo, le vehículo se puso en marcha Doyoung se quedo completamente dormido, lo que confirmaba que no había podido dormir, además de las pequeñas marcas en su rostro y brazos.

— Lo lamento bebé ― se disculpo mientras acomodaba su cabello ― Prometo que la siguiente cita será menos extrema ―

— Contigo nunca dejaran de ser extremas ― murmuro el pelinegro sin abrir los ojos ― Y no me quejaré ―

— Aun así ―

— Esta bien ― interrumpió abriendo los ojos finalmente para sonreírle ― Así tendrás la obligación de cuidar de mi después de ellas ―

Era el trato más adorable que Doyoung le pudiera proponer.

— Me parece bastante justo ―

Estaba por acortar la distancia cuando Doyoung lo detuvo colocando una mano en su pecho con un adorable gesto.

— Estoy lleno de polvo, hojas, barro, picado y además desvelado ― hablo ―

— ¿Y? ―

— Pues luzco mal ―

— Estas lleno de polvo, hojas, barro, picado y desvelado a causa mía ― tomo la mano del pelinegro para quitar el freno ― No me quejaré de ello ―

Y lo beso, solo para darse cuenta de que ni todo aquello podía quitar el dulce sabor de los labios de Doyoung, sus labios estaban ligeramente resecos y aun así podía asegurar que no importaba bajo que circunstancias, amaría los besos de Doyoung.

— Me gustas mucho Doyoung ― hablo sin alejarse demasiado ― Y voy a lograr gustarte tanto como tu a mi ―

— ¿Y que harás si eso ya paso? ―

— Me amarás ―

La seguridad de Jaehyun era impresionantemente atractiva y Doyoung estaba dando fe y legalidad de ello, ni siquiera lo dudaba.

— ¿Me estas amenazando? ― pregunto en un tono juguetón, aunque podía sentir como su corazón se aceleraba ―

— Es una advertencia ― respondió colocando un corto beso ― Cuando eso pase, no querrás estar lejos de mi ―

Doyoung rio mientras negaba ¿Debería decirle que ahora mismo no quería estar lejos de él? Aun así, estaba seguro de que él lo sabía, Jaehyun sabía leerlo como nadie más.

— No te preocupes bebé, cuando eso pase yo tampoco querré estar lejos de ti ― encendió el auto acomodándose para guiñarle un ojo ― Justo como ahora ―

Big chances, Big mistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora