Capitulo 13. Sorpresa.

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Al terminar las clases, me dirijo a la entrada de la escuela casi de inmediato con Mark a mi lado. Al llegar con James él se despide de mí y se marcha burlándose de mi situación pues sabe que no la pasaré bien en toda la tarde. A los pocos minutos Suzy hace acto de presencia y yo le hago señas con una mano mientras intento cubrirme del sol con la otra. Ella finalmente me ve y se despide de sus amigas para acercarse a mí.


Puedo ver claramente la duda en el rostro de James, pero nunca abre la boca para cuestionarme sobre nuestra acompañante, en su lugar, se limita a abrirnos la puerta y trasladarnos a nuestro destino. En el camino procuro mantener silencio mientras las ideas se van formando en mi mente, pero Suzy parece tener aún más curiosidad y preguntas de las que esperaba, así que me veo obligada a responder cada una de sus dudas limitando de vez en cuando la información.


No me gustaría admitirlo frente a Mark, pero reconozco que ella no es tan insoportable como yo creía. Es amable, inteligente, educada y alegre. Por alguna extraña razón me recuerda a mi hace no mucho tiempo, aunque más bonita, claro.


Al llegar a casa y adentrarnos al lugar que considero mi hogar, Suzy parece sorprendida, y no la culpo. Usualmente, debido a que no cuento con muchas amistades o conocidos, no me veo en la necesidad de conversar con las personas acerca de los lujos que pudo tener a causa del empleo de mi padre y las ganancias que un día mi madre obtuvo por méritos propios. Una gran casa y personas a nuestro servicio. Desde ama de llaves hasta un chofer personalizado. Incluso los hombres que hace tiempo papá contrato para vigilarme por si decidía buscar a Jackson nuevamente.


La verdad es que el dinero y los lujos no son algo que me llame la atención, quizá es por eso que de vez en cuando tiendo a adoptar una conducta no apropiada para alguien de mi "clase". Cuando niños, yo solía decirle a Mark que si siendo un vagabundo conseguía mi felicidad, lo seria. El compartía mi ideal, pero ahora todo parece distinto.


Guio a Suzy a la cocina y ambas tomamos asiento en la mesa. Me olvidé de preguntarle si en realidad tenía hambre, pero ella sigue tan asombrada con todo que tampoco me ha dicho si no desea comer.


— Suzy, ya que trabajaremos juntas y, teniendo en cuenta que contando con una buena convivencia se obtienen mejores resultados, porque no me cuentas sobre ti. — digo, sacándola de sus pensamientos ocasionando que guíe su mirada hacia mí y piense en que es exactamente lo que me dirá. Yo, por mi parte, me acomodo en el asiento y abro mi mente a la explicación que se viene a continuación.


Me habla sobre lo más básico, desde sus gustos y pasatiempos hasta pequeños detalles que quizá en un principio no tenía planeado contarme. Yo escucho todo atentamente y de vez en cuando doy mi punto de vista cuando ella parece cuestionarme con la mirada. De un momento a otro, la comida se encuentra frente a nosotras y, por primera vez desde hace mucho tiempo, no como en silencio y sin compañía. De las trivialidades pasamos a asuntos escolares, y de la escuela nos saltamos a amistades y amores. No entiendo el rumbo de la conversación, pero el dialogo no me aburre ni me fastidia, así que sigo el hilo de nuestra charla.


— Entonces, luego de que ustedes terminaron... ¿Ya no saliste con nadie más? —le pregunto antes de llevar un bocado de comida hasta mis labios. Ella sonríe y me responde con un brillo en sus ojos que reconozco de inmediato.


— Fue difícil, pero no imposible... —comenta refiriéndose a su antiguo amor y hace una pausa antes de continuar - Conocí a alguien hace un par de meses. Él es realmente encantador, y tiene algo que te atrapa por completo. Pero, las personas a mi alrededor no piensan lo mismo...Quizá si se tomaran la oportunidad de conocerlo cambiarían de opinión.


Yo sonrío bajando la mirada hacia mi plato. La situación me parece tan familiar que me causa gracia, pero no lo comento. En su lugar me dedico a indagar más por mera curiosidad.


— ¿Cuál es su nombre? -pregunto antes de tomar un sorbo de agua y llevar el último bocado hasta mis labios.


— Jackson. —dice con una enorme sonrisa en sus labios y mis ojos se abren por completo.


Que mala costumbre tienen de causarme sorpresas justo cuando estoy comiendo.

El contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora