CAPÍTULO 13

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NOTA:

No sé que le ha pasado a Wattpad, pero me ha borrado este capítulo por la cara y he tenido que resubirlo ¿Lo malo? Que hice cambios directamente desde aquí y ya no los recuerdo bien. Intentaré escribir la versión más fiel.

Frustración y rabia modo muy ON.

***

We can't stop – Miley Cyrus

It's our party, we can love who we want. We can kiss who we want.

—¿Quieres que nos pongamos juntos? —le preguntó Simon a Carter.

Después de varias semanas evitando los entrenamientos de Blake, decidí acompañarlo un frío miércoles de noviembre. Como en invierno anochecía a las cuatro de la tarde, los de mantenimiento habían encendido los focos del campo para que los niños pudieran entrenar sin escalabrarse.

Blake les había mandando ponerse por parejas para perfeccionar los pases largos, ya que en el último partido flaquearon un poquito de más.

Cuando Simon le propuso tiernamente a Carter ir juntos, la respuesta del segundo fue poner mala cara. Menudo tontolaba.

Blake me había actualizado un poco sobre los avances de Carter. Poco a poco había conseguido controlar más o menos sus reacciones impetuosas y se había integrado más en el grupo. De hecho, había hecho amigos y lo invitaban a los cumpleaños, cosa súper importante a esa edad.

Sin embargo, el problema no había desaparecido, solo había evolucionado a unos celos desmesurados y exacerbado sentido de la protección hacia Simon. Literalmente, Carter no dejaba que nadie le tocara un pelo. Cuando Simon tropezaba, cosa que ocurría a menudo, Carter rastreaba el campo entero en busca de culpables. En los partidos locales le habían sacado tarjeta roja varias veces por empujar a los contrincantes que se metían con Simon llamándole gafotas, Pitufo o cosas por el estilo.

No sé en qué momento había pasado de odiarlo a adorarlo, pero a mí algo me decía que me había perdido un buen enemies to lover, con lo que a mí me gustan esos dramas. Quería comentárselo a Blake, pero con lo poco romántico que era seguro que me soltaba algo como que menudas películas me monto en la cabeza.

Luego lo comentaré con Ash, seguro que ella me entiende.

—¿Nos ponemos juntos, entonces? —insistió Simon, ofreciéndole el balón—. ¿Me oyes?

Carter y su camiseta roja se giraron en redondo, dándole la espalda. Simon parpadeó tras sus enormes gafas de vaso.

—Pídeselo a Lottie—respondió Carter, cruzado de brazos.

Desde la distancia, aguanté la risa. Que celosillo, el niño. Ahora me hacía gracia, pero rezaba para que dentro de unos años esos comportamientos hubieran cambiado.

Simon arrugó la nariz para subirse las gafas, que se le habían resbalado. Se acercó a Carter mientras el resto de niños comenzaban con los pases. Blake estaba demasiado centrado en curar a un niño que se había raspado la rodilla al tirarse de rodillas al suelo, celebrando un gol, como para enterarse de algo más. Ya le contaría el dramón más tarde.

—Pero yo quiero ir contigo, Paúl—murmuró Simon, que llamaba a Carter por su nombre.

Carter lo miró de reojo, haciéndolo esperar a propósito. Simon volvió a subirse las gafas, empujándolas con el dedo al tiempo que arrugaba la nariz. Entonces, flipé cuando una sonrisa suave se deslizó sobre los labios de Carter.

Solo ocho letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora