•6•

2.5K 201 22
                                    

┏━━━━━°❀•°:🖤:°•❀°━━━━━┓

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

┏━━━━━°❀•°:🖤:°•❀°━━━━━┓

❝Atrapados en el laberinto❞

┗━━━━━°❀•°:🖤:°•❀°━━━━━┛

Antes de que Emma reaccionara, Thomas corrió hacia las puertas, pasando por el estrecho espacio que quedaba, la chica, sin pensarlo dos veces, lo siguió.

─¡Thomas! ¡Emma! ─gritó Newt, pero fue en vano. Los chicos ya habían comenzado a entrar.

Thomas salió y cayó al suelo justo delante de Minho, y Emma cayó sobre Thomas justo antes de que las puertas se cierren por completo.

Minho miró a los dos chicos que acabaron de entrar con desaprobación─. Gran trabajo... acaban de cometer suicidio ─afirmó.

─¿Enserio? No me digas ─respondió la chica mientras se levantaba con la ayuda del castaño.

─¿De que hablan? ─preguntó Thomas mientras se acercaba al cuerpo de Ably, que yacía en el suelo─. ¿Qué le pasó?

─¿Qué parece? Lo picaron ─Le respondió Minho recuperando el aliento.

─¿Qué le pasó en la cabeza? ─Volvió a preguntar el castaño y Emma se acercó a donde él estaba, para observar que le había pasado a Alby.

─Hice lo que tenía que hacer ─dijo sin mirar a los demás.

Un ruido bastante fuerte resonó, y los tres chicos aún consientes alzaron sus vistas.

─Ayúdame a levantarlo ─dijo el castaño y Emma comenzó a ayudarlo.

─Hay que correr, el laberinto ya está cambiando ─Les dijo Minho mientras avanzaba un poco.

─¡Minho! No podemos dejarlo aquí, no arriesgué mi vida para dejarlo aquí ─Le dijo Emma mirándolo enojada─. Así que mueve tu maldito trasero y ayúdanos. Ahora.

(...)

Thomas y Minho cargaban a Alby, mientras seguían a Emma, quien iba al frente, guiandolos a través del laberinto.

─Más rápido ─indicó la chica mientras se escuchaban extraños ruidos que provenían de quien sabe dónde.

─Si tan apurada estás, cargalo tú ─dijo Minho refiriéndose a Alby.

─Cierra la boca ─dijeron Thomas y Emma al mismo tiempo.

Después de unos minutos de caminata, llegaron a una pared donde decidieron sentar a Alby para descansar un rato. Pero no podían quedarse mucho tiempo allí, no con penitentes rondando por la zona.

Emma se recostó en la pared y se deslizó hasta quedar sentado en el piso, sin darse cuenta, mientras entraba al laberinto para salvar a sus amigos, su tobillo se había doblado, la adrenalina del primer momento quizá había hecho que no le doliera, pero ahora, la molestia se hacía presente.

𝐋𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐝𝐨𝐫𝐚 | ᵀʰᵒᵐᵃˢ ᴹᴿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora