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Todo pasó muy rápido.
Unas manos levantaron al cuerpo descompensado de Emma, haciendo que despierte de su desmayo, obviamente desconcertada.
Lo primero que vio fue a Thomas llorando sobre el cuerpo de Chuck sin vida.
Sus ojo se llenaron de lágrimas. Pero eso no fue lo peor. Su vista se dirigió hasta un cuerpo tirado en el suelo con una lanza clavada en el medio del pecho. No lograba verlo bien.
Se incorporó y se acercó. Lo que vio la rompió. Era su hermano. Recuerdos con el en El Área pasaron por su cabeza.
─¡No! ─gritó Emma de manera desgarradora mientras se tiraba sobre el cuerpo de su hermano─. No, no, no. no ─lloraba sobre el pecho del chico─. Por favor, no ─susurró─. No me dejes Gally, no por favor. No debí dejarte... perdóname... ─su voz era entrecortada─. Perdóname por favor.
Las lágrimas de la chica salían a borbotones mientras era arrastrada por un desconocido. Ella se resistía, pero lograron sacarla del lugar.
A la fuerza, la subieron a un helicóptero. La chica se sentó abrazando sus piernas mientras las lágrimas aún caían. Unos brazos la rodearon. Eran Minho y Newt.
─Tranquila Emma ─Newt acarició el cabello de la ojiverde.
Momentos después, los brazos de Thomas la rodearon también.
─Lo siento ─le susurró a la chica─. Es mi culpa... y lo de Chuck.
─No... ─La voz de la chica tembló─. No es tu culpa ─ella lo miró y trató de sonreír, pero no pudo. Volvió a Llorar. Pero esta vez, escondida en el pecho de Thomas, mientras este le acariciaba levemente la espalda.
Había terminado. La pesadilla había terminado. Al fin estarían a salvo.
