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❝ Rebelión contra Gally ❞
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Los chicos que traían a Thomas lo dejaron caer al suelo frente a Gally, Emma y los otros chicos que permanecían ahí, como si fuera una cosa sin importancia.
─Gally ─habló Winston─. No creo que esto esté bien. Quizá Thomas tenga razón. Podría llevarnos a casa...
El ojiverde se acercó al chico─. Estamos en casa. No quiero seguir tachando nombres en esa pared ─dijo apuntando al muro.
─¿Y crees que resolveras algo desterrandonos? ─Le preguntó Teresa.
─No. Pero realmente no es un destierro. Es una ofrenda ─confesó el chico.
─¿Qué? ─preguntó Emma alterada─. ¿Qué demonios haces, Gally?
─¿En serio creías que iba a dejar que Thomas vuelva al laberinto después de lo que hizo? ─dijo mirando a su hermana─. Miren a su alrededor, miren El Área. Esta es la única manera. Cuando los penitentes tengan lo que vinieron a buscar todo volverá a la normalidad ─habló para los demás.
─¿Están oyendo lo que dice? ¿¡Por qué todos están ahí sin hacer nada!? ─habló Teresa mientras la ataban a un poste para que no escapara.
─Gally... ella tiene razón, ya para, así no se hacen las cosas ─dijo Emma tratando que de su hermano entre en razón.
─¡Estás loco! ─Le gritó Teresa.
─¿Puedes callarte? ─dijo él mirando a la chica.
─¿Piensan que los penitentes se irán así nada más? Si ustedes se quedan aquí ellos seguirán viniendo hasta acabar con todos y todo.
─¡Ya cierra la boca!
─¡Gally ya basta! ─Le gritó Emma─. Ella tiene razón. Nadie puede quedarse aquí. Tenemos que escapar.
El chico ignoró por completo las palabras de su hermana─. Atenlos bien ─dijo a los chicos para que lo hagan con Thomas y Teresa─. ¿No me oyeron? ¡Que los aten, ahora!
Los chicos se agacharon para levantar a Thomas que aún estaba en el suelo. De manera ágil Thomas se levantó y le arrebató una de las lanzas que tenía uno de los chicos.
Newt sacó un hacha, golpeando a uno de los chicos que estaba junto a Teresa y a la vez, ella pateó al otro chico que la había atado, logrando liberarse.
Minho y Emma sacaron las armas que tenían escondidas, apuntando a Gally.
El ojiverde miró a su hermana y sonrió irónicamente─. ¿En serio, Emma? ¿Mi propia hermana?
