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❝ Un Hogar Temporal ❞

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El helicóptero de rescate acababa de aterrizar. De manera rápida, los rescatistas sacaron a los chicos del helipuerto y los llevaron directo a una gran base.

Todos miraban el lugar atentos. Era grande, muy grande. Lleno de gente con armas y máquinas trabajando.

Newt y Emma estaban parados uno al lado del otro, inseparables, como desde que ella había llegado Al Área. A ellos se les unió Minho, quien siempre estaba con ellos.

─¿Dónde demonios estamos? ─preguntó Minho para Emma y Newt.

─No tengo ni idea ─dijo Emma, quien aún tenía los ojos rojos e hinchados de llorar.

Un grupo de hombres armados se acercó a ellos, y tras algunos gritos, hicieron que el grupo de adolescentes corriera al lugar dónde les decían.
Cuando todos por fin entraron a aquella habitación, les cerraron la puerta. Todo estaba oscuro.

─¡Hey! ─gritó Thomas acercándose a la puerta ya cerrada─ ¡Abran la puerta!

Emma estaba junto a Newt, quien la abrazaba por los hombros. Ella aún no podía parar de llorar del todo tras lo pasado antes de que los rescaten.

Las luces se encendieron de repente; iluminando una gran mesa llena de comida de todo tipo.

Al principio, miraban la comida dudosos, pero después de unos segundos se abalanzaron sobre toda esa comida. Estaban hambrientos.

─Esto está delicioso ─dijo Sartén tomando una pata de pollo.

Todos comían y tomaban felices, uno que otro poco de comida volaba por los aires haciendo que los chicos rían. Y a pesar del momento malo que Emma estaba pasando, algunas pequeñas risitas se le escapaban.

Después de una guerra de comida y de haber comido hasta casi explotar, todos se sentaron sobre unas bolsas que allí había.

─Todo estaba delicioso...

─No sé si estaba delicioso o nosotros estábamos muy hambrientos ─dijo Newt

─Probablemente las dos ─habló Emma sentándose junto a Thomas.

Un par de risas salieron de los chicos.

Teresa suspiró─. ¿Qué creen de todo esto?

─¿A qué te refieres?

─No sé... no sabemos quiénes son estas personas. No sabemos nada de ellos.

─Estoy seguro de que no son muy amigos de C.R.U.E.L.

𝐋𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐝𝐨𝐫𝐚 | ᵀʰᵒᵐᵃˢ ᴹᴿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora