En donde Abby Whittemore pierde toda esperanza.
| Temporadas 1 y 2.
| Jackson Whittemore x Fem!OC.
| Scott McCall x Fem!OC x Stiles Stilinski.
| Lydia Martin x Male!OC.
#1 en Teen Wolf: 11/02/2022.
#2 en Jackson Whittemore: 19/09/2021.
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SCOTT DESPERTÓ en la madrugada debido al sonido de un disparo y un aullido que le erizó cada vello, el reloj junto a su cama marcando las dos de la mañana, saliendo a la calle a través de la ventana de su habitación para evitar despertar a su madre o a Andrea, quienes estaba seguro que iban a hacerle un montón de preguntas si lo veían salir de la casa durante la madrugada sin motivo aparente.
Le tomó alrededor de diez minutos llegar a la zona de bodegas de la ciudad, viendo al padre de Allison hablar con una mujer que cargaba un rifle en la espalda, sus cuerpos iluminados por las luces delanteras del auto. Oculto detrás de una pared que estaba lo suficientemente lejos como para hacerlo pasar desapercibido, escuchó la conversación que los dos estaban teniendo, oyendo a la mujer decir que le daría como máximo 48 horas para morir a la persona a la cual le disparó para después subir al auto. Cuando pensó en irse a casa, algo lo detuvo: un grito.
—Abby —jadeó sin aliento, comenzando a correr.
Sus piernas se movían rápidamente una frente a la otra, corriendo apresuradamente por las calles, yendo lo más rápido que podía en busca de la chica. No le tomó mucho llegar hasta su vecindario, saltando desde el árbol más cercano hacia el techo de una de las casas, pasando de uno a otro hasta que llegó a la ventana indicada, ocultándose cuando vio a Jackson sosteniéndola, intentando calmarla, la luz de la lámpara sobre la mesa de noche iluminando tenuemente la habitación.
—Está bien, estás bien. Ya pasó. Estás despierta —dijo él, apretándola contra su pecho con firmeza, acariciándole el cabello. Abby sollozó, asustada, y Scott tuvo que apretar las manos en puños para evitar entrar y acercarse a ella—. Ya pasó, ya pasó. Fue solo un sueño. Nada de eso fue real. Estás bien.
—T-tú estabas.... muerto —dijo entre hipidos, sus mejillas empapadas y sus ojos brillantes por las lágrimas.
—Pero estoy aquí. Nada me pasó, estoy bien, perfectamente bien —prometió, usando sus manos para frotar amorosamente los brazos de su hermana, tratando de calmarla un poco.
