hopeless | #1 | teen wolf

02. love triangle.

| triángulo amoroso.

— ¡JACKSON!

Jackson despertó por el grito espantado de su hermana, con el corazón latiéndole con fuerza dentro del pecho y sumido en la profunda oscuridad de su habitación. El sol aún no había salido y el reloj a un lado de su cama marcaba que eran casi las cuatro de la madrugada, las mantas siendo arrojadas a un lado para permitirle ponerse de pie y salir de su habitación, recorriendo el pasillo con prisa y entrando a la habitación de su hermana con el frío calándole en los huesos al andar descalzo.

Abby estaba moviéndose sobre la cama cuando entró, sollozando asustada. Jackson se apresuró a acercarse y colocarse detrás de su hermana una vez que subió a la cama, abrazándola contra su cuerpo.

—Oye, oye, escúchame. Está bien. Yo estoy aquí, estoy aquí —repitió en un murmullo suave, utilizando su mano derecha para acariciar el cabello negro de su hermana—. Ya estás despierta, ¿de acuerdo? Todo está bien. Estás despierta —le aseguró de manera gentil.

Abby siguió sollozando, sujetando los brazos de su hermano sobre su pecho y viendo a sus padres en la puerta de su habitación que Jackson había dejado abierta. Su familia estaba acostumbrada a eso, a las pesadillas y gritos nocturnos, al llanto y a tener que tranquilizarla durante un largo rato hasta que pudiera volver a dormir, pero aún así seguía preocupándose cada vez que sucedía porque no era normal.

—Jackson —graznó de nuevo, asustada, sus mejillas bañadas por las lágrimas que se deslizaban fuera de sus ojos sin control.

—Estás despierta —insistió su hermano, presionándola protectoramente contra su cuerpo—. Todo está bien. Fue solo un sueño. Nada de eso es verdad.

Abby de verdad quiso creerle, convencerse a sí misma de que en realidad nada de lo que soñó había sido verdad, pero la imagen de su hermano muerto en el suelo del bosque estaba grabada a fuego en sus ojos tal y como todas las otras veces que había soñado con que moría y ella era quien lo encontraba, ensangrentado, y sus preciosos ojos azules sin vida.

—No te vayas —suplicó sollozante—. No te vayas, por favor.

—No me iré a ningún lado —le prometió él—. Me quedaré aquí hasta que te duermas, ¿sí? Y te prometo que estaré aquí cuando despiertes.

Abby sorbió la nariz, asintiendo con la cabeza, y dejó que las caricias en su cabello y el calor corporal de su hermano la tranquilizaran, sintiendo sus párpados cada vez más pesados y cayendo dormida entre sus brazos.

Jackson cumplió su promesa, recostándose a su lado y durmiendo con ella, decidido a no dejarla sola, deseando ser capaz de hacer algo para ahuyentar todas las pesadillas que la atormentaban desde que era una niña.

🌙

Scott McCall pocas veces estaba seguro de cualquier cosa que se relacionara con los hermanos Whittemore, pero si era honesto, lo único de lo que estaba completamente seguro respecto a Abby Whittemore era que —por algún motivo que él no tenía ni la menor idea— no le agradaba a la chica. Tampoco a Jackson, pero eso era totalmente comprensible porque él era un cretino idiota. ¿Pero Abby? Ella era probablemente la persona más amable de la ciudad y quizá incluso de todo el país, totalmente diferente a su hermano, pero ella a veces no podía ni siquiera estar cerca de él por más de dos minutos sin huir con una mala excusa.