En donde Abby Whittemore pierde toda esperanza.
| Temporadas 1 y 2.
| Jackson Whittemore x Fem!OC.
| Scott McCall x Fem!OC x Stiles Stilinski.
| Lydia Martin x Male!OC.
#1 en Teen Wolf: 11/02/2022.
#2 en Jackson Whittemore: 19/09/2021.
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A SCOTT le fascinaba el contraste que hacían sus grandes manos en el pequeño cuerpo de Abby, quien se encontraba recostada encima de él, ambos sobre la cama de la chica mientras mantenían una larga sesión de besos. Él había llegado a visitarla igual que los últimos días desde que habían comenzado a estar juntos, entrando por la ventana de manera ágil con una voltereta y siendo recibido con una gran y preciosa sonrisa de su parte y un beso cálido que los guio hasta esa situación cuando las cosas comenzaron a escalar de nivel, pero nunca perdieron la suavidad.
El hombre lobo no se quejaba en lo absoluto del ritmo que llevaban, adorando el sabor dulce de la boca ajena y el sonrojo que cubría por casi por completo el rostro de Abby por el calor que comenzaba a sentir, dedicándose a decirle a través de todos y cada uno de sus besos lo mucho que la quería, sin querer que lo olvidara nunca.
Abby era preciosa y encantadora, demasiado para el corazón de Scott, dificultándole la tarea de mantenerse lejos de ella ahora que por fin comprendía la magnitud de todos esos sentimientos que mantuvo bajo la etiqueta de amistoso durante todos esos años debido a que sabía mejor que nadie cuanto la quería su mejor amigo, pero Stiles ya le había dicho que estaba bien por él si estaban juntos pues lo único que quería era que ella fuera feliz y él parecía que era el indicado para darle aquella felicidad que siempre deseó para ella.
—Eres demasiado cálido, ¿cómo es eso posible? —preguntó Abby, alejándose un poco de Scott para mirarlo, sus manos tocando la piel expuesta del chico.
Scott se encogió de hombros, acariciando la piel de la cintura de la chica por debajo de la tela de su suéter.
—Supongo que tiene que ver con ser un hombre lobo.
Abby había reaccionado bastante bien cuando le contó todo sobre lo sobrenatural, sin gritar o asustarse como pensó que haría, asintiendo lentamente conforme comprendía algo y haciendo algunas preguntas. Scott había pasado casi todo el fin de semana metido con ella en las cuatro paredes de su habitación, disfrutando la calidez del lugar y amando poder sostenerla cuando se quedaba dormida entre sus brazos después de ver alguna película mientras comían golosinas.
