34. prey.

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| presa.

ÉRICA SE sorprendió cuando vio a Abby llegar a la abandonada estación de subterráneo a la que Derek la llevó para presentarle a Isaac después de llevarla a la escuela para así mostrarle su cambio a todo mundo, incluido Scott McCall, y se sorprendi...

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ÉRICA SE sorprendió cuando vio a Abby llegar a la abandonada estación de subterráneo a la que Derek la llevó para presentarle a Isaac después de llevarla a la escuela para así mostrarle su cambio a todo mundo, incluido Scott McCall, y se sorprendió todavía más cuando él le dijo que la pelinegra también pertenecía a la manada al igual que Jackson y luego los dejó solos para que conversaran, diciendo que tenía cosas más importantes de las cuales ocuparse.

—Entonces, ¿también eres una mujer lobo? —preguntó Érica, sentada frente a la chica en el interior de un vagón.

Abby hizo una mueca, sentada junto a Isaac mientras jugaba con la tela de su camiseta de manga larga color azul.

—No realmente. Derek dijo que mi cuerpo rechaza la mordida, lo cual no tengo ni idea de que significa —respondió, acomodándose mejor al lado del chico en busca de una posición que fuera más cómoda. Él le permitió usarlo a su antojo, viéndola estirar con cuidado la tela oscura de su camiseta, encontrándolo tierno.

— ¿Por qué aceptaste la mordedura? Tienes la vida perfecta, ¿qué querrías cambiar? —cuestionó antes de arrepentirse, curiosa.

Abby la miró sin entender, riéndose despacio después, pero no parecía feliz.

—Yo no acepté la mordedura, no tuve opción —musitó desanimada—. A diferencia de ustedes y mi hermano, a mí no me mordió Derek sino el antiguo Alfa. Fue la noche del baile. Mi vestido terminó lleno de sangre —recordó amargamente. Isaac le acarició el cabello con su mano libre en un intento por consolarla, sin saber exactamente qué era lo que debía hacer—. Pero si quieres saber lo que cambiaría de mi vida, creo que me gustaría conocer a mis padres biológicos. No es que me gustaría vivir con ellos en vez de con mis papás o Jackson ni nada así, solo... me gustaría preguntarles por qué me abandonaron —confesó.

Abby se marchó luego de un rato más, diciendo que tenía algo importante que hacer y dejándolos solos. Érica frunció el ceño cuando percibió el aroma dulce que de pronto emanó del cuerpo del chico a su lado, confundida, pero terminó por reír cuando Isaac le pidió que mantuviera en secreto lo de los Whittemore siendo parte de la manada de Derek.

—Te gusta, ¿no es así? —acusó con seguridad.

Isaac se encogió de hombros, sin asentir ni negar, pero era bastante obvio.

Érica recibió un montón de miradas al día siguiente en la escuela, todos sorprendidos por su cambio tan radical, pero la única mirada a la que le dio atención fue a la dura de un chico moreno cuando este la encontró a la hora del almuerzo en su casillero. Cerró la puertecilla metálica luego de asegurarse de que el maquillaje estuviera bien, dando la vuelta para mirarlo.

—A Derek no le bastan dos. Sé que necesita al menos tres. ¿Quién sigue? —preguntó sin rodeos.

— ¿Por qué debe haber otro si ya te tenemos a ti?

hopeless | #1 | teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora