35. hale pack.

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| manada hale.

ABBY TODAVÍA tenía el cabello un poco húmedo por la ducha que se había dado para el momento en que Scott apareció en una visita sorpresa, su herida ya casi curada en su totalidad y permitiéndole subir hasta su ventana con normalidad, rogando dentr...

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ABBY TODAVÍA tenía el cabello un poco húmedo por la ducha que se había dado para el momento en que Scott apareció en una visita sorpresa, su herida ya casi curada en su totalidad y permitiéndole subir hasta su ventana con normalidad, rogando dentro de sí porque ella le permitirá explicarle lo que pasó en verdad con Érica más temprano.

—Perdón por buscarte hasta ahora para aclararlo, pero estuve tratando de evitar que Derek moridera a otro chico. Aunque no funcionó —agregó amargamente, caminando lentamente hacia ella como si tanteara el terreno. Abby no le dijo que se detuviera así que siguió avanzando hasta llegar hasta el borde de la cama, mirándola desde allí pues no quería invadir su espacio personal—. Sé que lo de Érica se veía mal, pero juro que no fue nada y la alejé rápido, pero ustedes ya se habían ido.

—Bien.

Scott frunció el ceño.

— ¿Bien?

—Bien —repitió Abby con un asentimiento—. No estoy molesta ni nada parecido, si es lo que pensabas. Allison y yo vimos lo todo, así que sé que fue ella quien se acercó a ti —explicó—. Entonces, ¿dices que Derek tiene a alguien nuevo en su manada? ¿Quién? —preguntó curiosa, haciendo a un lado las sábanas para invitarlo a recostarse junto a ella.

—Boyd. El chico que nos prestó las llaves de la pista de hielo —describió, sacándose la chaqueta de encima y los zapatos para unirse a ella en la cama. Abby lo abrazó una vez estuvo a su lado y él le besó la parte superior de la cabeza—. Realmente pensé que tú estabas molesta conmigo, ¿sabes? —murmuró.

— ¿Hubieras preferido que lo hiciera?

—Tenía miedo de hacerte llorar de nuevo —admitió con un tono bajo, sonando triste y casi avergonzado—. Hemos estado bien desde el baile, pero te lastimé antes. Fui un idiota contigo y en serio lo lamento. No estaba en mis cinco sentidos cuando te besé el día de la luna llena y todavía me odio por eso. Tú mereces a alguien mejor que yo, pero te quiero conmigo. ¿Es egoísta eso?

Abby se alejó de Scott solo para subirse encima de él, sintiendo como él la rodeaba con sus brazos de inmediato. Su cabello ya no goteaba, pero seguía algo húmedo, cayendo a los costados de su rostro, sobre sus hombros y espalda, y lo miraba atentamente con esos preciosos ojos azules que tenía.

—Dime, ¿estabas en tus cinco sentidos cuando me dijiste en el baile que me querías? ¿Y cuándo lo dijiste más tarde en el bosque? ¿Y lo has estado estos los últimos días?

—Sí, a todas —asintió.

—Bueno, eso es lo único que me importa a mí —aseguró mientras le acariciaba con las manos el rostro, delineando cada facción—. Hay una pregunta que no me he atrevido a hacer, ¿sabes? Y realmente está matándome.

—Dime.

— ¿Prometes no burlarte?

—Nunca me burlaría de ti —juró—. Anda, cuéntame. Te responderé lo que quieras.

hopeless | #1 | teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora