hopeless | #1 | teen wolf

24. don't cry.

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Sientes todo en tu interior

Pero limpia tus ojos llorosos

Porque las princesas no lloran

—Princesses don't cry by CARYS.

🌙

| no llores.

SCOTT INTENTÓ contactar a Abby durante toda la tarde, siendo totalmente ignorado y eso haciéndolo sentir nervioso, dejando un par de mensajes en su buzón de voz en los cuales le pedía que lo llamara cuando pudiera para explicarle que había sido eso en el bosque. Después del mensaje número cinco que dejaba mientras daba vueltas por su habitación, decidió escuchar su propio correo de voz.

—Scott, no entregaste tu tarea hoy. Si necesitas más tiempo, te daré 48 horas máximo —notificó uno de sus profesores.

—Maldita sea —siseó de mala gana, resoplando al oír como su puerta era tocada con insistencia—. Ahora no, Andrea —resopló, suspirando cuando fue enviado de nuevo al buzón de voz de Abby, cortando la llamada y acercándose a la puerta cuando de nuevo sonó—. Dije que no ahora.

Allison le sonrió incómodamente desde el otro lado.

—Lo siento. Tu mamá me dejó pasar —explicó—. ¿Tienes un minuto? Necesito hablar contigo.

Scott asintió con la cabeza, haciéndose a un lado para dejarla pasar y cerrando detrás de ella. Allison se sentó en la orilla de su cama y él la imitó, esperando a que dijera lo que quería y resistiendo las ganas de seguir insistiendo con Abby, preocupado del por qué ella no quería ni siquiera responder uno de sus mensajes de texto. Si antes no lo odiaba, ahora seguramente lo hacía.

— ¿Quieres que diga algo primero? —le preguntó a Allison después de un largo rato en un silencio casi sepulcral.

—No.

—Está bien —respondió—. ¿Quieres que te deje sola un momento?

— ¿Por qué querría eso?

—No sé. Es que... Viniste y dijiste que querías hablar, llevamos diez minutos sentados y no has dicho nada. Eso me asusta —admitió.

—Lo siento. Es difícil empezar —dijo ella—. Va a sonar ridículo. Supongo que no... No quiero que te burles de mí.

—Nunca lo haría.

Allison sonrió al escucharlo, un poco más confiada.

—Es sobre mi familia.

—Bueno.

—Hace un tiempo, los descubrí mintiendo. Fue algo pequeño. Cuando mi tía llegó, tuvo problemas con su auto y... Mi papá dijo que era una llanta pinchada y ella, que eran los cables de arranque.