hopeless | #1 | teen wolf

14. heart monitor.

| monitor cardíaco.

ABBY VOLVIÓ a la escuela el lunes, pretendiendo no escuchar lo que todo el mundo se decía entre sí sobre ella mientras jugaba con la pequeña caja que sostenía entre sus manos con nerviosismo. Jackson afianzó su agarre en ella, manteniéndola segura bajo el brazo que rodeaba sus hombros, lanzándoles miradas amenazadoras a todo aquel que miraba a su hermana.

—Mira, allá está Allison —dijo él, señalando a la mencionada entrando por una de las puertas—. Ve, te esperaré aquí.

Abby asintió e inhaló profundo, armándose de valor, saliendo de la seguridad del lado de Jackson para recorrer el pasillo hacia su amiga. Allison le sonrió en cuanto la vio acercarse, contenta de verla después de varios días sin saber de ella más allá de lo que Andrea le contó.

—Hola —saludó Abby incómodamente, deteniéndose una vez que llegó hasta ella, sus manos apretándose alrededor de la caja de regalo—. Yo... lamento no haber podido felicitarte el día de tu cumpleaños y... sí, eso. Espero que te la hayas pasado bien.

—Fue totalmente asombroso. Scott y yo escapamos de la escuela todo el día para tener una cita —contó con una gran sonrisa—. Creo que ha sido el mejor cumpleaños de toda mi vida.

—Sí, seguramente lo fue —acordó Abby, bajando la mirada hacia la caja forrada con una envoltura plateada, tendiéndosela—. Espero que te guste.

—No tenías que molestarte —negó Allison, tomando el regalo bajo la atenta mirada de la chica—. ¿Puedo abrirlo? Siento algo de curiosidad —admitió con una risita.

Abby asintió.

—Si no te gusta, puedo cambiarlo por otra cosa. Lo que quieras —se apresuró a decir.

Allison abrió la boca para decirle que no había falta, convencida de que amaría lo que había allí adentro porque había sido ella quien se lo dio, pero solo atinó a soltar una exclamación de asombro al ver los preciosos y brillantes pendientes que había dentro de la caja, incrustados en una almohadilla negra.

—Abby, por Dios, son hermosos —chilló con la garganta apretada, alzando la mirada hacia ella—. Debieron costar mucho. No tenías que molestarte.

— ¿En verdad te gustaron, o lo dices para no hacerme sentir mal?

—Si pudiera casarme con ellos, definitivamente lo haría —sentenció con la expresión más seria que pudo—. No debiste molestarte.

Abby negó efusivamente con la cabeza.

—No fue ninguna molestia. En serio. Me gustaron mucho cuando los vi y pensé que se verían geniales en ti —murmuró, echándole una mirada a su hermano cuando sonó la campana, viéndolo esperarla con la espalda apoyada contra unos casilleros—. Te veo después, tengo que ir a clase.

Allison asintió y saludó a Jackson con su mano libre, recibiendo un asentimiento con la cabeza de su parte como respuesta mientras Abby caminaba hacia su hermano, quien le rodeó los hombros con un brazo mientras se dirigían a su clase.