Capítulo 5

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Se encontraba sentada frente a una mesa. Era un comedor donde estaba pero no era el que ella conocía. Había muchas personas y todas ellas parecían estar hablando mucho, por lo que había un bullicio grande en el lugar. Entre las personas sentadas con ella, frente a una gran cena, pudo reconocer a algunos compañeros. Estaban frente a ella, Eren, Armin y Jean, en ese orden, y Connie al lado de ella. Llevaban varios minutos hablando pero hasta el momento, no había prestado atención.

— Ahora, si queremos hablar de soldados realmente inútiles, ¿Qué te parecen los estúpidos suicidas que lo único que saben hacer es atacar a sus enemigos sin pensar? —dijo Jean, observando a Eren, quien tomaba tranquilamente un tarro de algún refresco, ¿era un refresco, cierto?

— ¿Y a qué te refieres con eso, Jean? —preguntó ahora Eren.

— ¿Qué otro bastardo suicida tenemos aquí además de ti? —contestó Jean, queriendo provocar a Eren.

— Bueno —respondió el aludido, se mostraba calmado pese a la provocación—, el otro día me di cuenta de que soy una persona bastante normal... ¿No crees que decir esas cosas de mi es un movimiento realmente cobarde, Jean?

Ambos se miraron de forma intensa, verdes y avellanas se observaban con resentimiento en ellos. Saltaron de sus asientos ambos chicos, agarrándose del cuello de la camisa del otro, listos para iniciar una pelea.

— ¡¿Te crees que eres muy genial, maldito bastardo?! —dijo Jean con mucha rabia.

— ¡¿Qué hay de ti con ese cabello largo —¡cierto! Jean llevaba el cabello un poco más largo del que recordaba—, maldito bastardo iluso?! —soltó Eren con la misma rabia que su contrincante.

— Que esta vez no sea en la cara, ¿está bien? —comentó Connie con mucha tranquilidad. Se podía escuchar como ambos chicos forcejeaban por su ropa.

— ¿Qué están haciendo esos dos? —preguntó alguien al lado de Mikasa, pero ella no veía quien había sido, estaba concentrada en Eren.

Ambos chicos empezaron a darse puñetazos en el estómago, tomándose turnos para ello. A los ojos de la chica, se veían patéticos, pero era algo a lo que estaba algo acostumbrada de ver. Al cabo de un rato, se veian cansados.

— Seré honesto aquí —dijo Jean mientras jadeaba—. ¿Cuántas veces podrías haber muerto de no ser por esa habilidad tuya? ¡¿Y cuántas veces más...te tiene que salvar Mikasa?! —la chica reaccionó al oír su nombre— Si quieres seguir actuando como un suicida, yo seré el que te mate —Jean arribó un gran golpe en el estómago de Eren.

— Me aseguraré de tener eso en mente —contestó el castaño preparándose para devolver el golpe—. ¡Deberías ser más amable con tu mamá, Jean-bo! —el chico enterró su puño en el pecho del contrario. Si mal no recordaba la chica, ese era el apodo por el que la mamá del chico de cabello avellana, lo llamaba.

— ¡Ya olvida eso! —siguieron repartiéndose puñetazos.

— ¿Deberíamos detenerlos? —le preguntó Armin a su lado. Sí que deberían, no entendía por qué hasta ahora no se había levantado a parar la escena.

— No... —¿eso había salido de su boca?— déjalos —esbozó una pequeña sonrisa.

Era extraño. Por lo general, ella misma se levantaría a detener a ese par, pero por alguna extraña razón, se sentía muy tranquila, incluso podría decir que ver aquello le agradaba. Ambos chicos se encontraban sumamente agotados, todos lo notaban, pero ninguno parecía querer rendirse primero. En eso, un hombre se acercó. Se veía más pequeño que Eren y Jean, pero los golpeo a ambos, deteniendo la pelea, ¿quién sería?

De nuevo [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora