Capítulo 31

1.5K 116 86
                                    

Mikasa fue a reunirse en secreto con Hange, Armin y los demás. Levi había ido a vigilar que las cosas estuviesen saliendo bien con Jean. Para alivio de Mikasa, el capitán de su escuadrón se encontraba bien. Según él, pudo capturar a Zeke cuando intentó escapar pero no esperaba que detonara aquella lanza relámpago a la que había sido atado. Levi había tenido sumo cuidado con él, y pudo anticipar aquel movimiento suicida, provocándole solo heridas leves, nada que fuese un problema para un Ackerman. Lamentablemente para él, el barbudo ese no murió, apareció un titán y de alguna manera, logró restaurarlo. Luego de eso pudo ver cuando llevaban a Hange hacia aquel lugar, amenazándola. Logró matar a casi todos aquellos Jaegeristas pero Floch y un par más lograron escapar.

— Ya estoy aquí —anunció Mikasa en cuanto llegó hasta ellos, ocultos en un almacén abandonado que se encontraba cerca del Cuartel General.

— ¡Mikasa! —llamó Hange sorprendida— ¿Qué pasó con tu cabello? Te queda bien, por cierto.

— Adiós a tus cuatro años dejándolo crecer, ¿es por tu pelea con Eren? —preguntó Connie con los brazos cruzados detrás de su cabeza.

— ¡Connie! —regañó Armin dándole un zape en la cabeza.

— No le presten atención a mi cabello —se quejó la chica—. ¿Cómo va todo? ¿Jean está por hacer su parte del plan?

— Si, en cualquier momento será la ejecución de Yelena —respondió Hange.

— Esperemos entonces —fue a apoyarse en una de las paredes del lugar.

Días antes habían ido a contactar a Jean y lograron armar un plan. Ellos tomarían a Yelena con ayuda del titán carreta y la llevarían consigo ya que la rubia alta debía saber a dónde se dirigiría Eren. No confiaba mucho en Reiner, Pieck y Magath pero era mejor que estar con los Jaegeristas, al menos con los guerreros marleyanos tenían un objetivo en común que era detener el retumbar.

— ¿De verdad tenías el cabello largo? —preguntó Annie que se encontraba apoyada en la misma pared que la Ackerman.

Los pensamientos de Mikasa fueron interrumpidos y se asustó de escuchar a Annie. Tantos años sin oírla... no podía decir que la había extrañado ya que fue una enemiga, era más asombro lo que debía estar sintiendo.

— Como dije, no presten atención a eso —respondió.

— Es ahora —anunció Armin—, Jean envió la señal.

— Vamos —ordenó Hange y Pieck se levantó de donde había estado sentada, preparada para su transformación.

***

Una vez que lograron sacar a Jean, Yelena y Onyankopon, debían dirigirse al puerto para usar el bote volador y alcanzar al titán fundador. Solo les quedó ir en carreta para no llamar la atención, incluso un titán como el de Pieck sería fácilmente notado por lo que no tuvieron de otra.

Por la noche, se detuvieron en un bosque cercano, los caballos necesitaban descansar y ellos también. Sin embargo, no tuvieron un rato agradable ya que Yelena sacó a relucir los asuntos pendientes que tenían los unos con los otros, entre los de la Legión y los guerreros. Gabi tuvo el coraje de pedir la ayuda de los llamados héroes de Shiganshina, pero aquello no evitó que Jean se alejase enojado de allí. El ambiente se volvió sumamente incomodo, Yelena sí que sabía armar disputas en los peores momentos. Claro, no era como que Mikasa o los demás hubiesen perdonado a Reiner y los otros de las cosas que les habían hecho.

— Mikasa, ¿podemos hablar? —preguntó Armin a su amiga, aprovechando que les tocaba hacer guardia mientras los demás descansaban un rato.

De nuevo [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora