De nuevo [Eremika]

Capítulo 15

— Al parecer, tenemos pistas de quien puede ser la titán hembra —fue lo único que le mencionó Armin antes de ingresar a una habitación, en compañía del comandante Erwin.

Estaban en un castillo abandonado. Por lo que supo, ahí se habían alojado el escuadrón de Levi; se encontraba vacío ahora que cuatro de ellos habían fallecido en la última expedición quedando solo Eren y el mismísimo capitán Levi.

No eran muchos en la habitación. El comandante de la Legión, el capitán Levi, Mikasa, Armin y Eren, y dos soldados más que se encontraban de pie vigilando la entrada mientras ellos estaban sentados alrededor de una mesa. Tal como le mencionó Armin, tenían información acerca de quién era el titán femenino y el motivo por el que ella y su amigo estaban ahí era porque fue Armin quien lo descubrió y ella porque había tenido contacto directo con aquel titán, al igual que el capitán Levi y Eren.

Que aquel titán era un soldado infiltrado era información que ya se habían planteado, pero fue sorprendente saber que esa misma persona fue quien mató a los dos titanes que tenían capturados para investigaciones. Grande fue su sorpresa cuando escuchó el nombre de la enemiga... Annie Leonhardt.

Dolor punzante. ¿Annie? ¡Espera! Esto lo había visto antes. ¡Si! Lo había soñado, aquella situación, Annie cometiendo un crimen... pero Annie no tenía motivos para hacer eso, ¿verdad? ¿Por qué Annie haría algo así? No, aún más que eso... ¿era ella la titán que causó tantas muertes? Incluso habían mencionado que ella estaba involucrada con Marco, quien fue encontrado sin su equipo de maniobras, al parecer Annie estaba usando el suyo.

— ¿Qué van a hacer si no es ella? —preguntó Eren, Mikasa también quería saber.

"Si no es Annie, quedará limpia de dudas". Esa frase vino a su mente, es lo que ella misma habia dicho en su sueño, en donde su cerebro parecía haber procesado y aceptado la información, pero la realidad era que aún no podía.

— Si no es Annie, quedará limpia de dudas —respondió Armin— Si eso sucede, entonces lo siento mucho por Annie... —continuo Armin con pesar— pero si no conseguimos nada, serás llevado a sacrificar dentro de las murallas, Eren

Era cierto. No habían conseguido nada y la Policía se llevaría a Eren, lo diseccionarían o algo así, y no lo iba a permitir. Si entregando a Annie, Eren y la Legión pudieran tener otra oportunidad, lo haría... o al menos eso pensaba. ¡Maldición! Antes ni lo habría dudado, pero ¿por qué no podía ahora? Se negaba a creer que Annie era una simple villana. Eren se veía necio a creerle a Armin, y la verdad es que ella también.

— Mikasa —la llamó el comandante—. Tú conoces a Annie Leonhardt y peleaste contra la titán hembra... ¿notaste alguna similitud o algo que te hiciera sospechar?

¿Algo que le hiciera sospechar de Annie? ahora que lo pensaba, ambas se parecían físicamente, tanto Annie como el titán. Pero eso no era motivo para sospechar, pudo ser cualquiera; sin embargo, lo más característico de la rubia era su forma de pelear, y juraría que si habían motivos para desconfiar de Annie.

— Podría decirse que físicamente se parecen —respondió ella—, pero ese no es motivo para desconfiar de ella, hay muchas personas rubias de ojos azules.

— Eren —llamó Erwin—, tú peleaste con ella como titanes... ¿no hubo algo que notaras?

No había forma de negarlo, Annie tenía todas las sospechas sobre ella, habían motivos para desconfiar. No obstante, no era algo que el trío de amigos pudiese hacer con naturalidad. Annie fue una chica que convivió con ellos por tres años, no era alguien cercana pero todos la tenían en alta estima por sus capacidades. Era una mierda descubrir que alguien a quien creías conocer, es en realidad alguien que ha provocado tanto daño.