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liv. esta soy yo intentándolo
Brigid había recibido el alta de San Mungo una semana atrás. En cuanto se vio libre de la cama de hospital, exigió regresar a Hogwarts.
—La sanadora dijo que aún tienes que recuperarte —le había recordado Sirius tan pronto como ella lo dijo.
—La sanadora puede irse a... —El grito de James, que últimamente estaba muy sensible con las palabrotas, negándose a que Medea escuchara ni una sola, no le permitió acabar la frase—. Quiero decir, me da igual lo que diga la sanadora. Ya estoy bien, tío Sirius, puedo andar, puedo dormir, puedo comer, puedo hacer vida normal. Solo quiero volver a Hogwarts.
—Volverás —le aseguró su padre, cruzándose de brazos—. Pero no vamos a arriesgarnos a que vayas demasiado pronto. Aún estás recuperándote, Deneb. Poco a poco.
Pensar en Harry le hacía sentir un desagradable nudo en el estómago. Habían sido casi seis meses los que había pasado en San Mungo. Casi seis meses sin ver a Harry. Brigid lo echaba demasiado de menos.
Nunca creyó que podría extrañar de esa manera a alguien. No era simplemente querer verlo y estar con él, sentía como si le faltara algo casi físicamente. Como si hubiera un espacio junto a ella vacío, porque solo Harry podía ocuparlo.
A veces, extendía su mano involuntariamente, casi esperando que él, a su lado, se la tomara y apretara para transmitirle fuerza. Cuando caía en la cuenta de que Harry no haría eso, ya que no estaba ahí, la inundaba una sensación de abandono que no llegaba a comprender.
Y si ella se encontraba así, no quería imaginar cómo estaría él. Estaba bastante convencida de que Harry se estaría culpando de lo sucedido, incluso cuando no tenía la culpa en absoluto. En las cartas que le había escrito, había parecido casi frío, impersonal. Brigid lo conocía lo suficientemente bien como para saber que había sido así porque estaba furioso consigo mismo por haber permitido que aquello sucediera.
Por eso, Brigid estaba deseando regresar a Hogwarts, con Harry, y abrazarle, besarle y tranquilizarle. Ambos necesitaban aquello.
Brigid también estaba deseando ver a Nova y asegurarse de que estaba en perfectas condiciones, después de que se enterara por Sirius de que había sufrido un envenenamiento accidental. ¿Qué era lo que estaba pasando en Hogwarts, que hacía que los estudiantes estuvieran siendo misteriosamente atacados?
Y, más importante, ¿por qué el director no estaba haciendo nada al respecto? Por las cartas de Ron y Prim, Brigid sabía que Dumbledore estaba ausente la mayor parte del tiempo y que no había dicho una sola palabra a los alumnos en relación con los ataques. La última de Prim había conseguido sacarle una sonrisa.
Hufflepuff va segundo en la Copa, pero me siento incluso mal por Harry. El último partido fue un completo desastre. Smith es un grandísimo idiota. Que sea buen jugador no quita lo otro. Nos pasamos la mayor parte de los entrenamientos discutiendo. Me entran ganas de callarlo de un puñetazo, pero sé que a Sprout no le haría ni pizca de gracia que ese estúpido fuera lloriqueándole a su despacho con la nariz partida.
