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No creyó que estaría nerviosa por regresar a Hogwarts hasta que se encontró a sí misma en el despacho de la profesora McGonagall. La subdirectora había accedido a que Brigid viajara hasta la escuela por red Flu, habilitando su propia chimenea para ello. Brigid se había despedido en Potter Manor de su padre, Sirius, Vega, James y Ariadne. El día anterior a su vuelta habían celebrado una merienda a la que también habían ido Jessica, los gemelos Weasley y Remus y, aunque a Brigid le había parecido algo excesivo, había apreciado mucho el gesto de Ariadne.

Por algún motivo, la despedida le había apenado más de lo esperado, teniendo en cuenta sus deseos de regresar a Hogwarts. Regulus tampoco parecía emocionado por su marcha, pero no lo dejó ver demasiado. Brigid le había abrazado con fuerza y, vagamente, habíaano lado que podría contar con los dedos de una mano el número de abrazos que se había dado con su padre. Por ello, lo había alargado más de lo normal y Regulus se lo había permitido.

Viéndose en el despacho de McGonagal, a punto estuvo de soltar un suspiro. La subdirectora, que ya la esperaba, se levantó de su silla tan pronto la vio aparecer en la chimenea, del mismo modo que la profesora Sprout, que también debía haber ido a darle la bienvenida.

—¿Cómo te encuentras, Diggory? —saludó la jefa de Gryffindor, dándole un educado abrazo que dejó a la joven un tanto desconcertada—. No sabes cuánto lamentamos lo que sucedió. Hemos estado investigando sin descanso, pero...

—¡No se preocupe, profesora! —se apresuró a decir Brigid, con cierta incomocidad—. No es algo de lo que quiera hablar ahora que ya estoy bien, si soy sincera.

—¿Ves, Minerva? —le reprendió la profesora Sprout—. Te dije que no era buena idea mencionarlo... Ay, Diggory, he de admitir que fue un gran susto... Y Potter no dejó de preguntar por ti ni un momento. Imagino que tendrás muchas ganas de verle.

Brigid asintió, con cierta timidez. Las profesoras intercambiaron una mirada divertida.

—Imagino que tendrás ganas de ver a tus amigos, Diggory —continuó McGonagall—. No te retendremos más. Nos alegramos mucho de que estés de vuelta y te pedimos, por favor, que vayas con cuidado y acudas a la enfermería con cualquier cosa que necesites, ¿de acuerdo?

—Gracias, profesora —respondió Brigid, sonriendo agradecida. Se dirigió hacia la puerta, pero se detuvo un momento antes de girarse hacia las mujeres—. Y... ¿profesora McGonagall, profesora Sprout?

—¿Sí, Diggory? —preguntó su Jefa de Casa.

La joven vaciló tan solo un instante antes de decir:

LOVER OF MINE ━━ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora