Samuel solo veía desconcertado como _____ sacaba de su bolso un bote de pastillas. Ella saco dos pastillas del fondo del bote para luego metérselas su boca, masticándolas suavemente ( eran como las pastillas de ibuprofeno para los niños, no se si me entienden)
—Gra…gracias—susurro ____ mientras se removía en el sofá, y se limpiaba el sudor de la cara con una de las mangas del suéter. Para luego guardar el tarro en el bolso.
— ¿Qué acaba de pasar? —pregunto Samuel mientras se pasaba las manos repetidas veces por la cara.
—Nada… no ha sido nada.
— ¿Qué? ¿Cómo que no ha pasado nada? ¿Desde cuándo tienes que tomas pastillas?
—Tranquilízate. Ya todo está bien—____ hablaba con voz suave mientras, se levantaba e iba a la cocina.
— ¡_____ vuelve aquí no hemos terminado de hablar! —las palabras de Samuel tenían una mezcla de preocupación y furia.
—Ya cálmate por favor…—dijo ___ mientras tomaba agua y se sentaba en uno de los taburetes de la cocina.
— ¿Qué me calme? ¿Cómo demonios quieres que me calme? —Samuel fue hacia ella y la tomo de los hombros mientras la agitaba con fuerza, haciendo que el vaso resbalara de las manos de ____ y se rompiera en miles de pedazos cuando toco el frio suelo de la cocina. —De un momento a otro se te ha hecho imposible respirar. Necesito que me expliques que ocurre. Ahora. —ordeno con voz fría.
—Quítame tus manos de encima. Mira el desastre que has hecho—dijo ____ mientras se zafaba de las manos de ____. Suspiro.
—No me interesa. Solo dime qué te pasa. —exigió saber.
—Cuando me trasladaron de California luego del incendio, los doctores dijeron que solo tenía algunas fracturas…
— ¿Qué tiene que ver esto con que no puedas respirar? —pregunto Samuel impacientemente.
—Cállate y déjame hablar—dijo ____ con voz cortante. Y continúo hablando cuando samuel guardo silencio. —Cuando salí por fin de ese hospital y comencé a quedarme con Kate, casi siempre en las noches tenía ligeras dificultades para respirar, al igual cuando me reía mucho y cosas parecidas. Entonces decidí que era mejor ir al hospital. Allí me dijeron que mis pulmones tenían un daño severo, pero no fatal. Al ser la última al salir del incendio y haber respirado tanto humo, y al no ser tratada antes de tiempo, fue empeorando. Y tal vez seguirá así, por lo tanto solo tomo dos pastillas, que me ayudan a que no me falte el aire y de paso se me van curando.
Samuel estaba en un completo estado de shock. ¿Por qué le había ocultado semejante cosa?
— ¿Por qué me lo habías ocultado?
—No tenía importancia.
— ¡¿Cómo que no tenía importacia?! —Samuel empezaba a levantar la voz. —¿Y él bebe?
—El este bien, eso es lo que han dicho. Aunque dijeron que había más probabilidades de saber cuándo nazca.
— ¡Maldita sea! ¿Pensabas no decírmelo nunca? Responde. —exigió.
—Pensaba no volver a toparme contigo. Tenía la intención que estuvieras fuera de mi vida para siempre.
—Lamento informarte que eso no sucederá. Estaré tan presente en tu vida y la de mi hijo como lo estarás tu con él.
—No tanto como tú crees…—mi voz era baja, y le había dado la espalda.
— ¿Ahora de que hablas? —Samuel me tomo por los hombros y me dio vuelta. — ¿A qué te refieres con que no pasaran tanto tiempo con nuestro hijo como yo creo?
—Olvida lo que dije.
—No, no lo hare. Quiero que me lo digas, quiero saber qué otras cosas me has ocultado. ¿Tiene que ver con tu problema?
—Vacile un poco, pero al final respondí en su susurro—Tal vez…
—Esto es el maldito colmo. La verdad, es lo único que te pido confía en mí, o al menos has el intento.
—Inhale y exhale unas cuantas veces- Como ocurrió anteriormente tal vez puede pasar cuando duerma o tal vez cuando…—cerré los ojos y suspire, no podía seguir hablando.
— ¿Cuándo qué? —No respondí—dime de una maldita vez. Mi paciencia se agota ____.
—Cuando esté dando a luz… esa es una gran posibilidad.