Si quieren maratón para esta noshe díganme en los comentarios :D
Salí de la cocina con mucho cuidado. Subí las escaleras en busca de mi ropa. La había dejado en el baño del pasillo; aún estaba un poco húmeda, pero sobreviviría. Aún no había señal de Samuel. Volví a bajar y pase por la sala para buscar mi bolso. Ahí estaba sentado en el sofá más grande con los codos apoyados en sus rodillas y sus manos ocultando su cara. Al parecer se dio cuenta de mi presencia porque se volvió a mirarme.
Al hablar su voz sonó ronca, tan solo habían transcurrido unos cuantos minutos pero se notaba desaliñado.
—Yo… dame unos minutos e iré a llevarte—dijo levantándose.
—No, no. Déjalo—me negué—yo puedo arreglármelas sola.
En la mesa del centro estaba mi bolso así que lo tome. Le di la espalda y camine hacia la puerta. Pero su mano en mi codo me detuvo.
—Por favor…—me rogo—deja que yo te lleve.
—Basta Samuel.
—Entonces que Alex y Mangel lo hagan—me soltó.
—No hace falta, saldré por la puerta trasera del hotel y tomare un taxi. Kate debe estar muy preocupada.
—Estaré más tranquilo si lleva ellos sana y salva. Por favor ____, deja de ser tan testaruda. —dijo llevándose una mano a la cara, para pasarla por su cabello.
Solo suspire y asentí con la cabeza. Ya era suficiente de discusiones esta mañana.
—Está bien.
Sonrió de lado y se acercó a mí. Levanto su mano y la poso en mi mejilla. Y comenzó a hacerme caricias suavemente. Yo cerré mis ojos y disfrute de ese acto. Cuanto añoraba su dulce tacto en mi piel.
Pero volví a la realidad. Las cosas ya no eran iguales. Todo había cambiado. Él era el hombre que me había golpeado incontables veces.
Abrí mis ojos asustada. La realidad me había golpeado. Tan fuerte, que había resultado doloroso.