-Laura se dirigía a la puerta de la habitación de ____. Pues la hora de visita se había acabado. Y le habían pedido que por favor se saliera para que la paciente pudiera descansar. ____ había tenido una que otras náuseas. Con la ayuda de Lau, algunas enfermeras y el doctor Maxwell, la pudieron llevar al baño. Aun no podía levantarse sola, a causa del dolor que tenía en todo su cuerpo. -
- ¿Por qué has tardado tanto mamá? -Pregunto Samuel cuando vio a su madre llegar al estacionamiento del hospital-
-Me he entretenido un poco. Además tuve que ayudar a ____ a llegar al baño. Ya ha tenido sus primeras nauseas-dijo Lau con una sonrisita traviesa. Se encontraba feliz. Iba a tener un hermoso, hermoso nieto o nieta-necesitaba aconsejarla. El embarazo no es fácil. Estas tu por ejemplo-dijo jugando con la nariz de Samuel-nunca me dejabas dormir 10 horas completas. Y te la pasabas pateándome todo el día. Así que tal vez, de tal palo tal astilla. -le dio un besito en la mejilla a su hijo. Y se separó un poco-
-Eso hizo sonreír a Samuel. Una sonrisa hermosa y pura. Se estaba imaginando a ____ con una hermosa pancita. Pidiendo cualquier antojo que quiera, y molestándose con el por cualquier cosa-Tengo tantas ganas de volver a verla. Pero sé que ella no me querrá ver-soltó un suspiro cansado-
-Respecto a eso cariño... debemos hablar-la mirada de Laura se volvió insegura. Insegura por la reacción que tendría su hijo-no sé cómo decirte esto... pero es que...-Ella guardo silencio por unos minutos. Tenía encima la mirada cautelosa de Samuel-
- ¿Qué te ha dicho ____, mamá? -
-Ella... ella ya no te ama Samuel. Y... y también estoy de acuerdo con ella. Lo mejor es... es que deberías alejarte. Te tiene miedo Samu-
-Samuel palideció, estaba tan o hasta más blanco que un propio papel, lo único que pudo responderle a su madre fue: -No es el lugar indicado para hablar, por favor salgamos de aquí. Te pido que vayamos a un lugar más tranquilo-pudo decir, lo más calmado que pudo. Aunque por dentro se moría de la angustia e impotencia. No podía dejarla marchar. No podía. No la dejaría. La quería junto a él. -
-Y así fue. Samuel tomo el rumbo hacia la casa de sus padres. Cuando ya se encontraban instalados en la gran sala de la casa. Lau fue la primera que hablo, y Samuel la observo atentamente-
-Estoy dispuesta a ayudar a ____, si esta te pide el divorcio. Que a mi parecer sería lo mejor. -su voz era seria. Samuel solo la miraba incrédulo-