Maraton 3/3
Ya habíamos salido del hotel. Por la puerta trasera obviamente, aunque la principal estaba algo despejada. Era mejor no arriesgarse. Mis lados eran flanqueados por Mangel y Alex al llegar a la misma limosina. Subí sin rechistar. Estaba algo perdida en mis tontos pensamientos.
¿No se suponía que debería estar feliz? Tengo lo que quiero. Me dará el divorcio.
Tres hurras para mí. Creo.
Al estar tan ensimismada en mis pensamientos, no había notado como el vidrio oscuro que había entre la cabina del conductor y la mía se había deslizado hacia abajo.
— ¿Se encuentra bien señora De Luque? —pregunto Alex, viéndome a través del espejo retrovisor del frente.
—Oh… si, si. No se preocupe. —respondí desviando la vista hacia una de las ventanas.
—Podría por favor decirnos a donde nos dirigimos—hablo esta vez Mangel al mando.
Di un suspiro largo y pesado. De nada serviría negarme. La orden de Samuel fue clara, y ellos ni locos lo desobedecerían.
Volteé a mirarlo y le indique la dirección del departamento de Kate.
Kate. ¡Dios Kate!
Enseguida encendí mi teléfono. Este empezó a sonar y vibrar muchas veces. Pude ver que tenía diez mensajes de texto. Todos del mismo remitente; Kate. Quince llamadas sin contestar; que sorpresa de Kate también. Y siete mensajes de voz; adivinen de quien.
Decidí borrar todos los mensajes de texto y correos de voz. Ya hablaría con ella cuando llegara a casa. Le debía una gran explicación. Le había cortado la llamada; bueno en realidad había sido Justin. Y no había pasado la noche fuera.
¡Que Dios me ayude!
Tenía la cabeza apoyada en la ventana y los ojos cerrados. Pero pude sentir como la limosina se detenía. Abrí los ojos lentamente y vi que estaba enfrente del edificio donde vivía. Me desperece, y estuve a punto de abrir la puerta, pero esta fue abierta primero por Kenny. Le dedique una sonrisa agradecida, y baje de allí.
—Gracias—susurre.
Ellos solo asintieron. Saque las llaves de mi bolso y abrí la puerta principal del edificio. Me di la vuelta para volver a cerrarla y vi a ambos guardaespaldas aun fuera del edificio observándome. Los ignore y camine hacia el elevador. Presione el botón con el número dos y las puertas se cerraron.
No paso mucho tiempo cuando las puertas ya se habían abierto. Salí del elevador y detuve mi paso al frente del departamento 4ª. Volví a sacar mis llaves, y abrí la puerta. Entre sigilosamente, estaba todo oscuro. Deje mi bolso y las llaves en la mesita que estaba en la sala. Abrí las cortinas y pude ver como algo se removía incomodo en el piso. Agudice mi vista y vi a Kate tirada boca abajo en el suelo alfombrado de la sala.
Sorry por hacerlo cortito al maraton :c si quieren que siga el lunes diganme :3 las quiero