Entre Pinceles y Pigmentos [JJK+KTH]

×Seis×

-Lo estás haciendo mal, Tete.

Bueno, lo primero que esperaba al acudir a su mejor amigo, no era precisamente un regaño de su parte. Asi que hizo un puchero mientras echaba su azulado cabello hacia un lado y movía un pie con impaciencia.

-No me digas que estás de lado del pulgoso. JiMin, JungKook es tu mejor amigo, bien, lo reconozco. Pero también es un jodido alfa que está con cualquier persona que se le ponga en frente. ¿Cómo mierda quieres que le dé una oportunidad a alguien así?

Se sentía bastante frustrado, desde el día anterior el saco de pulgas que tenía por lobo no dejaba de quejarse intentando llamar a Jungkook. Cosa que era estúpida porque ellos estaban bastante lejos uno del otro y no había un lazo de por medio.

-Puede que tengas razón en eso. sin mentirte, ha tenido más salidas que yo años de vida en un solo mes. Pero no creo que debas tacharlo tan fácilmente, según me has dicho hablaron y dijo que estaba celoso. ¿Y si por eso se comporta así? Digo, no le has dado la oportunidad de probarte si va a en serio.

Lo pensó por unos momentos. No estaba seguro de querer hacer eso. Es decir, bien podría hacerlo, pero seguro saldría perdiendo, era lo más lógico además cuando lo vean con el idiota la gente solo dirá "Ahí va el siguientes".

-No quiero. No seré uno más de su lista, Mimi. Eso solo sería quedar en ridículo ¿Te has puesto a pensar en mi imagen luego de ello? Me tacharán de Omega de acompañamiento.

Una carcajada resonó en aquella habitación cuando el rubio no aguantó más. Por su parte, TaeHyung lo veía indignado. ¿Cómo puede ser que se esté riendo de él?

-Sin ofender, pero ya es complicado aveces creer que eres Omega con ese humor y ese temperamento que te cargas. ¿Crees que la gente te dará tanta relevancia? Vamos, Tete, mientras tú y Kookie están así, ambos van a mortificarse. ¿Y si él se casa? Algún día se aburrirá de perseguirte como lo hizo hace tiempo. No puedes pensar que todo siempre lo hará él, toma la iniciativa de vez en cuando. -Se encogió de hombros acercándose más para tomar las mejillas del menor y sonreírle- Tu lobo lo ha elegido, y eso significa que su lobo también te eligió, dejen de jugar al gato y al ratón y solamente aprovechen la oportunidad. Solo están haciéndose daño. Además, lo más doloroso es un lazo roto, más si es impuesto por su parte animal, si JungKook por descuido o por despecho marca a otro Omega, vas a terminar mal herido, sea o no un lado físico, ustedes ya tienen conexión.

La última parte fue un regaño de JiMin. Aunque a decir verdad no podía ir en contra de ese rubio, no cuando este ya estaba incluso casado felizmente con el gruñón muñeco de nieve que de vez en cuando se paseaba por ahí para ver que hacían. Parecía un perro guardián, por un demonio.

-Yo... -Hablando de el rey de Roma, Min apareció como si nada caminando hasta su pareja al cual abrazo y llenó de besos.- Hey, aún estoy aquí, gracias.

Lo único que ganó en respuesta fue una risa burlona de parte del maldito pálido. Aveces le caía mal, pero aveces excelente, además, unas mandarinas y ya lo habías comprado.

-En mi sabía opinión, Deberían dejarse de estupideces y comenzar a salir. -Le hizo una seña al menor de que no hable y siguió- Me importa una mierda que tengas dudas, ellas seguirán ahí hasta que compruebes si de verdad JungKook es o no una buena pareja. Solo dale la jodida oportunidad para que todos estemos tranquilos. Incluso NamJoon y SeokJin se dan cuenta de su situación ¡Y ellos ni siquiera pasan tanto tiempo con ustedes dos juntos! Asi que, si quieres que hable con el cara de rata primero lo haré, pero por una jodida mierda ya salgan aunque sea a una cita.

En lo que TaeHyung estuvo meditando lo que le dijeron, JiMin regañaba a su esposo fuertemente por maldecir tanto en un solo consejo. Nunca entendió porqué Min tenía que ser tan vulgar.

-No lo sé, quizás si lo haga le daré esa oportunidad.

Dos pares de ojos se posaron sobre el menor, uno con preocupación y uno con algo de ironía.

-Sigue jugando al puja y hala, TaeHyung. Porque al final, tú serás quien quede en el lodo. Con el destino no se juega, y si sigues negándote terminarás siendo el que sufra más.

Cuando YoonGi dijo aquello, recibió una mala mirada de JiMin por sus palabras, unas que se quedaron en la cabeza de Kim aún cuando él ya había dejado la casa de la pareja Min.

No podía tener razón, definitivamente no.

Aunque en parte tenía miedo, si resultaba ser como decía el pálido, todo saldría mal para él.

-Vas a acabar con nosotros.-

Un gruñido de parte del lobo hizo doler su cabeza. El animal miraba con recelo a la imagen de TaeHyung frente a él.

-Vamos a sufrir y tú serás el responsable de eso-

Se dio vuelta y se fue entre las sombras perdiéndose.

Todos le decían lo mismo y estaba harto.

Tomó su celular llamando a JungKook. Porque sí, tenía el número de aquel insufrible alfa, ni siquiera sabe porque, pero lo tenía.

-¿Hola?

Kim buscó las palabras correctas para decirle. Aunque demonios, ni siquiera sabía porqué lo había llamado en primer lugar.

-JungKook, es TaeHyung. Solo te llamaba para saber qué tal iba todo, yo uhm... ¿Ya viste lo bien que salieron las fotografías? Decoraste muy bien el lugar. Creo que me veo espléndido.

Idiota

Se lo dijo a si mismo por tal comentario. Aunque recibió una risa del otro lado de la línea que hizo saltar su corazón.

Pero no solo eso, solo escuchó una voz aparte de del castaño. Y luego de eso más risas y murmullos, incluso juró escuchar besos del otro lado de la línea haciendo que su mano apriete el celular.

-Oh, lo siento, TaeHyung, olvidé que te tenía en línea. ¿Qué decías?

Su mandíbula se tensó cuando los pequeños chasquidos en la piel aun resonaban. Se odiaba tanto por sentir sus ojos húmedos. ¿Qué mierda le pasaba?

-Nada.

Cortó la llamada apagando el celular de inmediato. Y tomando su cabello entre sus manos.

-¡Imbécil!

Tiró cada una de sus almohadas a la pared rompiendo los cuadros que habían en ellas cuando caían al suelo. JungKook estaba con alguien, estaba besando a alguien y riendo con esa persona, el mismo JungKook que le había dicho que quería una oportunidad. El mismo por el que estaba recibiendo todos los regaños de sus amigos. ¿No tenía derecho a enojarse? Claro que lo tenía, no eran nada, pero no puede prometer bajarle la luna un día y al siguiente revolcarse con quien sea.

Sintió la ira aún más arraigada en su ser y limpió bruscamente sus lágrimas tomando uno de sus accesorios para luego lanzarlo fuertemente para romperlo. Era una pulsera que había adorado, de cristal azulado con toques en rojo. Lástima que se rompió.

-¿Ese es el alfa que querías? Pues mira que pareja haz elegido. Felicidades, por eso nunca debo hacerte caso.

Replicó a su parte lobuna que estaba igual de triste en una esquina por sentir aquella traición.

Pero claro, era su culpa. Nadie cambia de la noche a la mañana. Y menos por un Omega estúpido como él.