×Quince×

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-Nunca me respondiste en serio porqué dejaste de usar el azul en tus pinturas

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-Nunca me respondiste en serio porqué dejaste de usar el azul en tus pinturas.

Unas horas luego de que los dos hayan arreglado sus diferencias y Jeon llamase a YuGyeom para solamente recibir de él un "Algún día tú y tus hijos me algo agradecerán" en respuesta. Todo estaba más tranquilo entre alfa y Omega.

Se habían ido al cuarto de pintura de JungKook porque la curiosidad en TaeHyung picaba y en serio quería ver todo lo que hacía el menor. Si iban a comenzar desde cero, necesitaban conocerse de una mejor manera.

-Porque tú eres azul y quería superarte.

Los ojos zafiro del mayor observaron extrañados al artista que actualmente pintaba lo que parecía ser jardín de flores solamente por entretenimientos.

La mirada se regresó igual de intensa pero sin la duda en sus ojos, pues sabe que lo que decía era solamente la verdad de lo que había sucedido.

-No soy azul, Jeon. Solamente mi cabello y mis ojos son azules, tampoco creas que soy una clase de Pitufo o algo así. -Se cruzó se brazos sacándole una risa al más alto, cosa que hizo a Kim girar los ojos- No es gracioso.

Pero para el castaño lo era, era condenadamente gracioso lo que salía de aquellos labios coral, no entiende cómo puede decir esas cosas.

-Todo tiene un color, TaeHyung, cada cosa que ves o sientes puede expresarse con un color y tú, eres azul. Todo es azul en ti, tu cabello, tus llamativos ojos, tú personalidad y tu mirada. Pero no solo eso, aveces, eres rojo. Puedes ser cálido en chispazos, te sientes tan caliente que es abrumador verte, tan intenso como el escarlata mismo. -Tomó con uno de sus dedos la tonalidad Índigo y la mencionada escarlata. Luego se acercó hasta el Omega solamente para pasar su mano cuidadosamente por la mejilla derecha hasta hacer dos trazos gruesos de los colores- Aunque no siempre eres un azul tan templado, aveces, puedes ser cálido como el aqua, puedes unirte a otros colores, pero el rojo, el azul, y el blanco siempre eran los protagonistas si mi inspiración eras tú.

Tan absorto estaba Kim en la explicación y en la suave caricia que a penas había notado su rostro sucio de pintura. Pero eso solo lo hizo alzar una ceja y acercarse a la paleta de colores que tenia Jeon, lleno sus dedos de cada una de las tonalidades, todas eran bastantes vivas y llamativas, incluso aquel blanco perlado parecía una señal que obligaba a verlo.

JungKook solamente sonreía, sabe el siguiente paso de TaeHyung, pero no sé negaría a nada, cuando sintió los finos y largos dedos del mayor pasearse desde su mentón hasta su cuello y ensuciar un poco su coleta, solo rió audiblemente. Pasando él su mano sobre la camiseta que tenía el contrario, la cual era suya así que no importaba.

Podía ver el morado formarse cuando sus dedos se limpiaban contra la tela en el pecho de aquel ojizafiro, quien no perdió el tiempo se hacer lo mismo pero contra los pómulos de Jeon.

-Así que soy Azul... ¿Eso quiere decir que por eso tus obras siempre parecen dirigirse al invierno?

Pasó los brazos por el cuello ajeno, importándole poco o nada que estos se ensucien de los pigmentos que había usado para manchar la blanquecina piel del alfa.

Ahí lo abrazó pegándose más, dejándose llevar por el momento, no sabe porqué, pero siempre fue gran fanático de los distintos artes, le gustaba por supuesto mucho la pintura, y verlos a ellos manchados de colores hacía que su respiración se acelere más de lo normal, más cuando se involucraban las manos en medio del acto.

-Soy quien soy gracias a tu glaciar existencia. Cada grandiosa obra mía es gracias a ti. -Era turno del castaño de pasar sus brazos por la cintura ajena, asegurándose de que aquel hermoso ser no se separe de él. Por fin tenía la oportunidad de estar a su lado. No la iba a desperdiciar- Y de hecho, creo que lo que más me gusta del azul en ti, es tu peculiar Aroma a invierno. Tan dulce como frutos rojos y tan frío como la misma nieve.

Se miraron unos largos segundos hasta que los labios color coral impactaron con los cereza. ¿Para qué mentir? Si Tae llevaba tiempo queriendo besar a JungKook. La situación no ayudaba a quitarle las ganas y menos lo hacía el fuerte agarre contra su cuerpo o la manera con la que correspondía fervientemente al beso.

Y bueno, puede que las ganas retenidas de tantos años dejarán estragos en su persona, porque inmediatamente vio la oportunidad de subirse en el menor, la aprovechó siendo igualmente recibido con gusto. Las fuertes manos del artista sujetaron los muslos de Kim para suspenderlo y dejarlo contra la mesa donde tenía todos los lienzos y pinturas.

Algunas se regaron en la mesa a su lado, otras quedaron en el suelo cubierto de plástico y los lienzos terminaban impactando contra ellos, lo único que aquel ojizafiro sabía es que se sentía demasiado bien tener sus piernas envueltas en las fuertes caderas de Jeon mientras este se separaba de sus labios para besarle el mentón y cuello.

-JungKook...

Lo llamó porque aunque su mente estaba algo nublada, no podían hacer eso, no ahora que a penas estaban comenzando una relación lenta que aún ni siquiera tenía nombre.

-J-JungKook... Ah~

Sus uñas se enterraron con algo de fuerza en la ancha espalda pálida cuando sintió una mordida no tan fuerte contra una de sus clavículas. Mierda y más mierda, debían detenerse porque ya podía sentir lo alegre que estaba el alfa, lo sentía desbordando alegría justo entre las piernas.

-¡Jeon JungKook! -separó el cuerpo del menor mientras trataba de regular su respiración agitada y calmar sus hormonas. Su maldito lobo había liberado su aroma para invitar al alfa inmediatamente lo había sentido cerca.

Maldito necesitado de mierda.

Los dos lo estamos, TaeHyung.

Ignoró eso olímpicamente y puso sus codos contra la plana superficie para poder tener un mejor ángulo de visión. Veía al alfa y estaba al parecer igual de sorprendido, con su pecho subiendo y bajando, casi conteniéndose. Además sus labios estaban entreabiertos.

-Lo lamento.

Solo dijo eso y echó unos rebeldes mechones de cabello hacia atrás. bueno, se habían dejado llevar, él más que TaeHyung. Pero el caso es que no entendía porqué fue tan repentino.

Aunque el Omega no ayudaba, su cuerpo seguía contra el escritorio, con su piel manchada de colores espléndidos y a primera vista se notaba que habían tenido interacción. No le restaba nada de sensual al hecho de que Kim TaeHyung estaba rodeado de pintura, algo que amaba, tenía sus cosas preferidas ahí, sobre la mesa y lamentablemente no podía hacer nada para dar mérito a tan buena vista.

-Creo que... Necesitamos una ducha. Urgente.

Fue hora de reír, así que Kim se encargó de salir de su posición primero, abandonó la mesa aunque la pintura en sus hombros goteaba levemente.

-Estaré en el cuarto de invitados... Ve ahí cuando te bañes.

Tan rápido como dijo eso, dejó un suave beso sobre la labios ajenos y salió casi corriendo de la habitación. Bien, era jodidamente extraño para él ser así se cariñoso, pero había prometido dar lo mejor para esa relación, así que lo haría.

Por otra parte, Jeon soltó un suspiro con una sonrisa y vio su cuarto de trabajo, hecho un desastre por supuesto. Pero era un maravilloso desastre que estaba dispuesto a limpiar más que felizmente.

-Jeon TaeHyung no se escucha nada mal...



Entre Pinceles y Pigmentos [JJK+KTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora