Cap.17

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-Los siguientes meses, los alumnos fueron avanzando en sus estudios y entrenamientos.
Mientras aprendían a usar sus armas y a vincular éstas con sus poderes, aprendieron también los idiomas más usados en la Vía Láctea, aprendieron los conceptos básicos de la economía entre sectores, y por último, la distribución de los Sistemas Sectoriales más grandes, entre ellos, el suyo propio-

Zac despertó de un salto. Hacía dos días que habían avisado que una nueva alumna llegaría a la escuela, y estaba ansioso por conocerla.
Se vistió a toda prisa, corrió por la pared del pasillo esquivando a Delia y a Blake, y bajó rápidamente las escaleras, hasta llegar al comedor.
Se sentó, y mientras pedía su desayuno, esperó al resto de alumnos, que aún estaban bajando medio dormidos.

Al cabo de media hora, ya estaban todos. Aunque ahora ya todos se conocían, aún no habían tenido oportunidad de trabar amistad entre todos, así que seguían separándose en dos grupos, Mantis y sus amigos, y Alloy y sus amigos.
La profesora de Adiestramiento llegó al aula acompañada de una alumna.

-Esta es Silvina. Es una chica un poco rebelde, pero estoy segura de que podrá encajar perfectamente aquí, -y dirigiéndose a la chica, susurró- y como tú y Mike hagáis algún destrozo, olvídate de poder volver aquí alguna vez.

Silvina se dirigió en silencio hacia la mesa de Eirin y el resto de amigos, y antes de llegar, una sombra la rodeó, para justo después transformarse en Mike, mientras la abrazaba.

-¡Has venido! -exclamó éste, lleno de alegría- Pensé que al final no venías.

-Bueno, te lo había prometido, ¿no? -respondió ésta sonriendo- además, ¿qué clase de novia sería si no quisiera estar cerca tuya?

Zac y el resto enmudecieron.

-¿Novia? -preguntó extrañada Alloy- Mike ¿por qué no nos dijiste nada?

-Eeeee bueno... Es que me daba un poco de vergüenza hablar de esas cosas -dijo mientras agachaba la cabeza-

-Pues nada de vergüenza, que aquí hay confianza -respondió Eirin sonriendo- Míranos a Alloy y a mí, sin problema por decir que nos queremos.

-Exacto -exclamó Alloy dándole un abrazo por la espalda a Eirin-

-Ya... Es que no sé, no soy mucho de esas cosas sabes? Prefiero el no hablar. -Y dicho ésto, se convirtió en un pequeño ratón, que se se escondió en un bolsillo de la chaqueta de Silvina-

De repente, el profesor de Armas entró en el comedor y exclamó:

-¡Arriba todo el mundo! ¡Acaban de decirme que mañana tendréis vuestra primera misión como héroes!

Los alumnos se quedaron extrañados.

-¿Misión? -preguntó Jack-

-Sí sí, misión, venga vamos, ¡a entrenar! ¡Mañana será un gran día!

Y diciendo ésto, casi echó a patadas a los alumnos del comedor, para luego llevarlos hasta el campo de pruebas.

-Quiero que cada uno me haga una demostración de su mejoría en éstos días. Empezaremos... -señalando a Mike- por tí, Mike. ¡Demuéstrame qué sabes hacer!

Mike agitó la cadena de su muñeca, se "derritió" en el suelo en una especie de charco negro, y luego salió de éste a toda velocidad, propulsado, mientras movía la cadena en hélices al rededor de su cuerpo. Aterrizó del salto, agarró su cadena con fuerza, y ésta se volvió negruzca, color carbón, y se estiró tres metros más. Después, Mike comenzó una serie de ataques contra un muro.
Primero, movió la cadena alrededor de su cuerpo, y luego la lanzó contra el muro, dónde quedó pegada. Tiró de ella y arrancó varias piedras de éste, mientras haciendo otro giro sobre su cuerpo abalanzó la cadena contra el muro, partiéndolo casi a la mitad.

-Bien, buen golpe Mike. Ahora es el turno de Silvina. Veamos qué sabes hacer.

Silvina, mientras caminaba hacia el muro (que se reconstruyó mientras Mike volvía a su lugar) tarareó una canción y dijo:

-No tengo un "arma" concreta, o un poder que me ayude a destruir cosas. Si no os molesta, tomaré prestado a ese Kór tan bonito que hay allí -señalando al Kór del grupo de Blake-

Silvina sopló notas graves en su flauta, mientras el Kór poco a poco se acercaba a ella. Después, paró de repente y le ordenó que rompiera el muro.

-Bueno... -respondió el profe, un tanto sorprendido por lo que acababa de pasar- supongo que eso sirve también, aunque no tengo muy claro si es completamente seguro enviarte a una misión, en la que solo puedas confiar en que haya animales o criaturas contigo...

Sin comentar más del tema, siguió.

-¡Ahora es el turno de Delia! ¿Qué harás?

Delia se colocó enfrente del muro. Su lanza se iluminó débilmente en color azul, mientras un grueso hilo de agua enrollaba la vara de la lanza, sin tocar las puntas.
Delia saltó hacia el muro, y clavó su lanza en él. Después, realizó el mismo movimiento dos veces, pero mucho más rápido, casi parecía volar, y justo entonces, paró en seco, realizó un gesto en espiral con su lanza, y el muro se congeló por completo. Luego, realizó un giro de muñeca al mismo tiempo que se lanzaba hacia el muro, clavando completamente la lanza. Entonces el muro se resquebrajó, y se partió en varios trozos.

-Muy bien Delia. Ahora es el turno de...

Y así siguieron todo el día, haciendo paradas por enmedio para comer y descansar un poco. A la noche estaban exhaustos, y el profesor no les reveló ningún detalle de la misión del día siguiente.
Y mientras el resto dormía o fingía dormir mientras hacían otras cosas (ejem ejem Eirin y Alloy ejem ejem), Mike y Silvina disfrutaban de un paseo nocturno, Silvina galopando a Luna, y Mike trotando transformado en una avestruz negra con cola de pavo real.


¡Y hasta aquí el capítulo de hoy!
Perdonar la falta de imaginación en éste capítulo, pero a mitad de texto se me fue la inspiración.
Igualmente, espero que os haya gustado ♥️✨

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