Cap. 18

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-Bien, recapitulemos... -exclamó el profesor, tratando de explicar la misión por séptima vez- nos dirigimos al sector 3, Blom. ¿Alguien puede decirme algo de éste sector?

Los alumnos (los pocos que conseguían mantenerse despiertos) se miraron, adormecidos pues eran las 05:00 de la madrugada, sin saber qué responder. En lo único que podían pensar era en dormir, y teniendo en cuenta que aún quedaban 6 horas de travesía espacial, preferían descansar ahora y ya si eso preguntar (porque no se enteraban de nada de lo adormilados que estaban) después, a una hora más decente.

-Mirad -exclamó el profesor con tono conciliador- sé que estáis cansados, pero es importante que entendáis las características de la misión, ¡vuestra primera misión! Así que, tan solo pido un poco de atención... ¿Vale?

Pero ya no quedaba ni un solo alumno que no estuviera durmiendo plácidamente, al ritmo del traqueteo ronco e intermitente de la nave. Incluso Mike, acostumbrado a dormitar de día y disfrutar de la noche, estaba durmiendo con una sonrisa inocente, mientras abrazaba a una Silvina todavía más dormida.

-Supongo que lo explicaré mejor en la mañana... Buenas noches -suspiró el profesor, resignado-.

Varias horas después, un sonoro "PII PIIIIII" les indicó a todos que era hora de despertar. Tan solo quedaba una hora para llegar, así que el profesor se saltó la introducción al tema y fue directo al grano:

-Como ya sabéis, Blom es un sector que está habitado enteramente por piratas y mercenarios. No os podéis fiar de nadie que no sea vosotros mismos o vuestros compañeros, así que por favor nada de "vigila ésto por mí, por favor". Si hacéis eso, se convertirá en un "¡pero si yo le había dejado vigilando las cosas! ¿Dónde están ahora?". -Y con gesto serio añadió- Y por último, pero ésto es más importante que todo lo anterior, hacer caso si os dicen que no se puede nadar/navegar en cierta parte del mar. Los barcos y demás navíos que hay allí son también voladores por necesidad, no por gusto.

-Entonces, -habló Jack desde el fondo, mientras acababa de afilar su guadaña- ¿hay alguna especie de monstruo o algo así? ¿Qué deberemos hacer allí?

-¿¡Nadie me estaba atendiendo cuando lo expliqué!? -Exclamó airado el profesor- Agh... Debéis derrotar a la flota de William Keylor Waves, y entregar éste al Capitán Héctor Gill. ¿Entendido?

Los alumnos asintieron, con un poco de temor a preguntar acerca de cómo encontrar a cada uno, o directamente, quiénes eran.

Una voz cibernética proveniente de la nave anunció la llegada.
«Bienvenidos al sector 3. Blom»

La nave se adentró en la atmósfera del planeta que estaba inundado, el de las islas flotantes.

Hacía buen tiempo.
A su llegada, se cruzaron dos barcos voladores, uno de los cuales pareció intentar dispararles, sin éxito. La nave continuó su vuelo. Por la ventana, los alumnos veían el paisaje. Kilómetros y kilómetros de océano se extendía por debajo de ellos, con suave oleaje. Pequeños islotes dónde rompían las olas decoraban el extenso mar, mientras aves de colores claros volaban alrededor de la nave, intentando alcanzarla sin éxito.

La nave llegó a la isla. Aterrizó sin problemas, y los alumnos salieron de la nave.

-¡Bienvenidos a isla Gont! -exclamó un hombre- Soy el Capitán Héctor Gill. No os quedéis ahí parados, os llevaré hasta la ciudad, vamos.

Los alumnos, cargados con sus armas y un ligero equipaje, siguieron al capitán, dejando atrás al profesor y a la nave, los cuales se quedarían en ese sitio hasta que volvieran los alumnos.

El capitán era alto. Se le notaba un andar de superioridad, pero a la vez, tosco. Su piel morena relucía con el cálido sol, y se podían apreciar perfectamente los músculos de su espalda y brazos. Llevaba una camiseta de asas atada a la cintura, y un pantalón corto rasgado a la altura de las rodillas.
Una de sus piernas, era de madera, aunque sorprendentemente estaba muy bien tallada y se movía gracias a unos engranajes que chirriaban sutilmente a cada paso que daba.
Caminaba a buen ritmo, así que los alumnos tuvieron que apurar el paso para no perderle de vista...

Al cabo de dos kilómetros caminando, empezaron a oír gritos, un par de explosiones, y mucho bullicio.
Con un ademán y una sonrisa, el Capitán apartó unos arbustos con su mano.

-¡Bienvenidos -gritó alegre, mientras los alumnos pasaban y veían las vistas- a la ciudad de Gont!

La ciudad era bastante extensa. Muchas casas aquí y allá y algún pequeño edificio, pero sobretodo, muchas, muchísimas personas con atuendos estrafalarios. La mayor parte llevaba ropajes rasgados o no llevaban más que unos pantalones holgados.
Mientras caminaban entre el gentío, podían ver de cerca a todos. Una pelea en un lado, y en medio de ella, una señora mayor con una prótesis de metal en el cuello vendía churros. Más adelante, dos hombres con sombrero de copa y trajes del estilo Victoriano, con elementos metálicos como tuercas y engranajes se paseaban con aire superior, y pesar de su altura, cuando pasaron al lado de los alumnos les miraron por encima del hombro, como si fueran insignificantes.
El grupo continuó su caminata por en medio de la gente. No había mucho espacio personal, y de hecho un par de veces tuvieron que esperar para poder caminar un pie de distancia, debido al continuo movimiento de la gente. Estaban en el centro de un mercadillo, y eso significaba ajetreo. Del lado derecho podía oírse a voz en grito desde "PANEEES PANES PARA DECORAR SUS MACETAS SEÑORA, LOS MEJORES PANES DECORATIVOOOOOS" hasta "BARQUILLOOOOS, CUATRO BARQUILLOS TRES RUPIAS BARQUILLOOOOOS" y ofertas un poco más tentadoras como "BALAS DE CAÑÓN POR DOS RUPIAS SEÑOR, SI SE LLEVA TRES LE COBRAMOS CINCO RUPIAS, UNA GANGAAA".
Un par de lagartos bípedos del tamaño de una rata corretearon saltando bajo sus pies... Los alumnos continuaron caminando. Poco a poco, el bullicio de la ciudad dió paso a la calma de la noche, justo cuando llegaron al fin a la posada donde dormirían.

-Bien, hemos llegado a vuestros aposentos. Supongo que tendréis hambre, así que la cena estará lista. Mañana a con los primeros rayos del sol vendréis a mi barco y partiremos hacia el interior del mar. -y con efusividad y emoción, el capitán añadió- ¡Hundiremos la flota del maldito Waves!

Y con la misma alegría con la que lo dijo, se fue de allí a paso apurado silbando.
Los alumnos dejaron las cosas en sus cuartos, cenaron el potingue que la posadera llamó manjar, y se dirigieron a sus camas. Mañana les esperaría un largo día...



¡Y hasta aquí el capítulo de hoy!

Voy a intentar tomar referencias steampunk y de Piratas del Caribe, así que si alguien quiere ayudar aportando ideas para barcos o cosas que tengan que ver con la piratería, sería bienvenid@.

¡Espero que os haya gustado ♥️☺️!

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