BLOOMING

CAPITULO 30

JENNIE.

"¿A follarte? ¿De nuevo?"
Cepillo mi cabello mirándome a través del espejo recordando aquellas palabras.

Parpadeo un par de veces, aún oyendo cómo Lisa me lo dice traviesamente con aquella mirada que hace derretir la fría temperatura de mi cuerpo; bajó mi mirada hacia los perfumes, entre ellos diviso mi favorito Chanel N0º5.

Aparto un segundo el cepillo, tomándolo y me aplico un corto spray rociando apenas mi muñeca. Las notas de iris, jazmín, rosa, raíz de lirio y lirio de los valles no tardan en hacerse presente sobre mi piel.

Suspiro.

" Volveré".

Mi boca muerde mis labios, automáticamente escondiendo todos los besos que llevan su nombre guardándolos sobre la comisura de los mismos.

Sus marcas.
Aún queman.

Vuelvo a tomar del cepillo y perdiendo la visión por completo, comienzo a jalar de nuevo estirándolo una y otra vez con movimientos largos y horizontales.

"A escuchar como te encanta gemir mi nombre".

Cierro los ojos.
Sonrío.

Habían pasado tres días.
Tres días desde que la idiota de Lisa se había metido mucho más lejos que entre mis piernas, se había metido en lo más profundo de mi, encontrándose con mi virginidad.

Seguro ni siquiera se había dado cuenta.
Todos creían que debido a mi carácter y las largas listas de chicos no podía serlo.

Porque para el mundo algo no cuadraba con una chica fuerte y virgen.

Aunque, ¿virgen?, ¿qué era aquello?

Muchas personas piensan que la introducción del pene en la vagina por primera vez es la manera de como pierdes tu virginidad, de hecho, es la que me contaron a mi y apuesto a que todos ustedes también; pero esta definición deja de lado a muchas personas y tipos de sexo.

La virginidad es un concepto que representa un estigma, alimentado y reforzado por nuestros padres, abuelos, padres de nuestros abuelos y la escala sube. Pero, como cualquier concepto, también es una idea mutable, y las influencias sociales y religiosas tienen mucha culpa de que conceptos como este evolucionen en un sentido o en otro.

Y para serles sincera, siempre me generó un poco de rechazo esa palabra. Porque vamos, jamás se le ha dado la misma importancia cuando se habla de la virginidad de ellas que de la de ellos.

En lo que se refiere a ellas, la virginidad tiene un peso bastante más relevante. Y el concepto pasa por un hecho muy concreto: la rotura del himen.

Y aquí entra la idea de la perdida.
Ese concepto de haber dejado algo atrás también puede relacionarse con una "pérdida de la inocencia".

En resumen, la definición de virginidad es compleja, y tú decides realmente qué creer. A algunas personas ni siquiera les importa ni piensan que es considerable.

¿Pero qué me sucedía a mi?

Sentía que le había dado una parte mía, mi parte más pura, sencilla y enroscada a su vez. Y no precisamente pura de virgen, sino de ingenua.
Era tan simple y sencillo como hablar de mis mayores deseos y placeres al cerrar mis ojos; pero como también lo más difícil como mis miedos inexpertos y mayores temores de perfección en mi.