BLOOMING

CAPITULO 45

LISA.

—¿Te irás?—preguntó Jennie cuando me corrí de su lado y comencé a caminar —¡Lisa te estoy hablando!—pero no me di vuelta ni tampoco le respondí—¡eres una idiota Manoban!—soltó molesta.

Cerré los ojos intentando no escucharla y continué caminando hacia el estacionamiento.

Lo que menos necesitaba en estos momentos era discutir con ella, y si me quedaba allí eso era justo lo que pasaría.

Y era consciente que tanto Jennie como yo no teníamos la culpa, pero la noticia había golpeado tan de sorpresa que ninguna pudo contenerse y yo fui la que me alteré y exploté primera.

Porque era la imagen de mi padre la que se caía y se partía en mil pedazos.

Jennie hace rato no tenía relación con ellos y ya no tenía de dónde agarrarse pero yo si. A mi me era difícil escuchar y comprender que Marco de "buen padre" quizá tampoco tenía nada.

¿Cómo se separa?

Creía que yo solo tenía que juzgarlo como tal, como padre porque era lo que él era mío. No iba a interferir en su matrimonio ni mucho menos pero, ¿y ahora qué tenía que pensar?

Había abandonado el también a una hija.

Podía recordar varias de las discusiones que él había tenido con Sook donde siempre sacó su carta de padre presente y se la arrojaba en el rostro llenándose la boca que jamás abandonaría a un hijo como ella había hecho.

¿Pero y esto?

Él sabía de Ruby, y volviendo a escucharlo desde la boca de Jennie como se había referido a ella, parecía ser como si solo hubiera tenido un hijo con Elsa para vengarse de su mejor amigo.

Bueno, si acaso eso se podía llamar mejor amistad.

¿Por qué ellos dos se odiaban? ¿Qué fue lo que realmente dio el inicio a que toda su aparente mágica relación se fuera por la borda?

No tenía idea, y tampoco podía empezar a crear hipótesis y teorías en mi mente. Como una vez había dicho Jisoo, tenía que tener lo limpio y lo concreto, lo real. Y lo único que aquí se sabía realmente, era que Ruby era su hija y que al parecer los cuatro lo sabían y por algún motivo todos lo callaron.

¿Sería el mismo motivo? ¿Sería uno distinto para cada uno? ¿Tendría eso que ver con el accidente de Ruby? ¿Marco estaba metido?

Todas esas preguntas se las pensaba sacar a los golpes de ser necesario porque ya estaba harta. Cansada hasta el límite de seguir jugando al misterio y a la pandilla de Scooby Doo cuando todo claramente ya se había ido al caño.

—¡Lisa! ¡Hey, espera!—frené frente a mi coche cuando escuché a Jisoo gritar detrás mío.

—Jisoo, no estoy para charlar sobre mi nueva hermanita.

—Hey—paró frente a mi y se quedó en una posición de sentadilla con sus manos sobre las rodillas respirando agitada—¿a dónde vas?

—A hablar con Marco.

—No. Te conozco, primero deberías calmarte. Anda, sentémonos un minuto y respira—me tomó del brazo pero la alejé.