JENNIE.—¿Lista?
Cerré los ojos.
Dios no me sueltes.[...]
La luz de día estaba irradiando sobre la mesa, absorbiéndome completa.
Había una suave brisa que deambulaba sobre los árboles provocando que el sol no quemase de choque.
—¿Y qué tal durmieron anoche?—preguntó Sook alegre llevándose un panecillo con mermelada de arándanos a la boca.
Estábamos en una especie de terraza del hotel desayunando a las ocho de la mañana en "familia".
Lisa llevaba callada desde hacía diez minutos que nos habíamos sentado junto a ellos y yo no me hacía mucho atrás tampoco.
Estaba igual que ella.
Aparté la vista de mi té mirando hacia un costado.
Lisa...
Aún puedo sentir tus manos apretar mi piel.
Quema.
Arde.
Y me consume por dentro.Cerré los ojos con fuerza.
Lisa se tenía sujetada de mis caderas, como si su existencia dependiera de aquel agarre.
Potente.
Poderoso.
Abrumador."¿Jennie puedes sentirme?"
Claro que puedo.Todavía lo hago.
Su aroma a coco... bailaba entre su cuerpo deslizándose tan vivazmente que me era imposible no percibirlo.
Mis labios ahora se separan resonando con el chasquido de la saliva cuando se entreabren de golpe, recordando aquel embriagador olor que se iba metiendo en cada poro de mi ser.
Sonrío.
Mordiendo mi labio."Jen, eres lo más precioso que vi en mi vida", gruñó embistiéndome con fuerza.
Me retorcía de placer.
Deseosa de quererla y de ser posible, todavía más a adentro.Estaba penetrándome, pero no solo el cuerpo. Sino también el alma.
—¿Jennie?
—¿Eh-Mm?—volví a mirar.
—¿Te sientes bien cielo?—miré confundida a Soo, asintiendo desorbitada.
—Lisa, estás muy callada—habló su padre mirándola—¿has dormido bien? Pareces agotada—Marcó se llevó el vaso con jugo de naranja a la boca.
¿Era naranja? No tenía idea.
Volteé a verla frente a mi.
Sus ojos estaban entre cerrados y serios.
Llevaba una capucha junto con una gorra que la cubría del sol mañanero.Su cuerpo estaba un poco hundido sobre la silla de madera cayendo reposada sin importancia con ambas piernas cruzadas. Llevaba una mano metida en el bolsillo del buzo y con la otra sostenía la pequeña taza de café.
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BLOOMING
عاطفيةUn choque automovilístico que lo cambiará todo, siendo repetido como un constante Déjà Vu. Un pasado que grita a voces calladas ser nuevamente abierto para poder así ponerle fin a una historia que se repite a través del tiempo. Y dos protagonistas c...