❝ Uno buscaba el éxito y la aprobación de los demás, la otra vagaba por el mundo y sus pensamientos intentando encontrar el sentido de la vida; pero su compañía fue más que suficiente para hacerlos felices y cicatrizar las heridas que brotaban de su...
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─ Un nuevo camino. ─
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Jin se incorporó con lentitud en la cama, para después mirar sus manos y después a su alrededor, con una expresión prácticamente vacía en su rostro. Después llevó su mano derecha a su ojo, el que había quedado totalmente sin visión. Sus labios se abrieron ligeramente por la sorpresa al notar que no podía ver con este, pero luego se percató de la presencia de todos sus amigos en la habitación... Y de la persona que esperó ver por tanto tiempo.
━¿Saito?━preguntó con esfuerzo. Su voz sonaba tan débil como su aspecto, rasposa y deteriorada; pero el tono de esta nunca dejó de ser triste.
El castaño la miró con lágrimas y se acercó, intentando contenerlas en vano. Y sin pensárselo siquiera, la ojimorada rodeó a su hermano menor entre sus brazos y lo atrajo hacia ella, abrazándolo con fuerza.
━Nee-san... Y-yo lo siento...━dijo temblando y correspondiendo enseguida el agarre.━Perdón por haberte preocupado así...━comenzó a llorar en su hombro mientras la mayor acariciaba su cabello.
━No es culpa tuya... Todo está solucionado.━respondió tranquilizando al ojimorado.
Después miró a sus amigos en la habitación.━Ya somos libres...━y sonrió por primera vez en todas aquellas semanas de sufrimiento.
━¡Nos habías asustado, idiota!━dijo Daiki aguantándose las lágrimas y enseguida acercándose a ella, uniéndose al abrazo, mientras que Hiroki también lo hacía llorando en silencio.━¡Vuelve a irte así y seré yo quién te mate!━y es que el peligris siempre tenía una forma extraña de expresar su cariño a los demás.
━Hiroki, Daiki... Me alegro de volver a veros.━contestó intentando calmar a sus compañeros de equipo.━Minami-sensei, ¿se encuentra bien?━preguntó al ver a la mujer que siempre era tan terca, limpiarse las lágrimas y cruzarse de brazos.
━¡N-no es nada!━negó y se dio la vuelta intentando no verse vulnerable ante sus alumnos.
Luego, la Kanae miró finalmente al rubio y le sonrió verdaderamente, dejando una expresión de total felicidad en el rostro del Uzumaki. Lo que quiso desde hace tantos días finalmente se había cumplido: Jin había vuelto a él con vida.
