─ 04.

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─ Lazos irrompibles

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─ Lazos irrompibles. ─

Una vez la pelinaranja cruzó al otro lado de la calle, vio con especial atención el hospital que había frente a ella

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Una vez la pelinaranja cruzó al otro lado de la calle, vio con especial atención el hospital que había frente a ella. Un solo segundo bastó y tuvo que pasar para que la chica entrase por las puertas agrietadas y se hiciese paso entre los silenciosos pasillos. Ya era una costumbre para ella misma ir al edificio numerosas veces por semana y hasta varias ocasiones en el mismo día. 

Jin dejó salir el aire acumulado en su pecho, agobiada, y notando sus piernas temblar al tomar el pomo de la puerta entre sus manos. Se adentró en la habitación nerviosa y cerró tras de sí con rapidez, para después bajar la cabeza y cerrar los ojos intentando que sus lágrimas no saltasen.

Respiró con algo más de tranquilidad y se acercó hasta la cama que había en la blanca habitación. 

━Saito...━habló con dificultad y un deje de tristeza en su voz. Los ruidos de las máquinas que los rodeaban hacían que su cabeza doliese y detestaba ver los cables atados e inyectados con fuerza al cuerpo del chico.━Regresé, hermano.━dijo tomando asiento a su lado y agarrando con delicadeza a mano del castaño, que tenía un pulso leve.

La de ojos morados observó con un fuerte sentimiento de dolor al menor: su piel estaba más pálida que nunca, su cabello marrón había crecido desmesuradamente durante los últimos meses en los que no se lo pudo cortar y ya llegaba por su cintura; parecía una persona a la que le habían arrebatado las esperanzas pero que luchaba entre el umbral de la vida y la muerte. Y esa era la situación que enfrentaba, literalmente.

Siempre que podía su hermana mayor acudía a visitarlo, a hacerle compañía en sus terapias y a contarle historias de sus misiones y sus salidas de la aldea. A pesar de que no pudiera responderle, sentía que de alguna forma la escuchaba y se sentía acompañado. Después de todo; le debía la vida entera a su hermano, y sin él estaría muerta. 

Lo único que Jin quería era ver a Saito abrir los ojos y sonreírle tras estar tantos años en coma. No perdía las esperanzas de que algún día despertase a pesar de todo el tiempo que había pasado.

━Sigo intentando que todo me vaya bien...━sonrió levemente y apretó el agarre entre sus manos.━Karatachi-san sigue mandándome muchas misiones, se aburre demasiado en su oficina te diría yo.━continuó hablando.━Kiyo acaba de entrar a la academia, así que todavía tengo que seguir protegiéndolo de vez en cuando, y...━hizo una pausa para tragar y respirar, intentando mantener la calma.━En mis viajes por otras aldeas he conocido a un chico muy peculiar.

Serendipia ─ Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora