-Infidelidad-
Desde pequeños nuestros padres nos enseñaron a respetar y amar. Pero, ¿Que pasaría si no tuvieras a alguien quien te guiará?
Nuestros corazones no deciden a quien amar, ellos solo aman, no hay un solo amor, no hay una sola alma gemela...
Después de aquella noche tan especial; despertaste muy temprano, Sweet Pea aun seguía dormido a tu lado, lo moviste unas cuantas veces hasta despertarlo, dándole una sorpresa que jamas olvidaría, nadie jugaba contigo, eso estaba claro.
—Levantate antes de que nos echen de esta casa —Dijiste tomando tu ropa del suelo para comenzar a colocartela.
—¿Disfrutaste nuestra gran noche? —Pregunto Sweet Pea despertándose del todo.
—Conoces la respuesta, vistete —Le arrojas su remera, Sweet Pea se coloco su ropa interior.
—Ahora que volvimos, quiero que te alejes del idiota con el que, andas —Dijo casi en una orden —Renunciarás a ser una gárgola.
—No lo haré... —Respondiste segura —Con esta noche quiero que te quede claro algo, puedo salir y acostarme con quien quiera, no eres el único rendido ante mis pies. Toma esta noche como un momento de diversión, uno que no quisiera repetir.
—¿De que demonios estas hablando? —Cuestionó frunciendo su seño.
—No soy un juguete con el cual puedes jugar —Terminaste de abrochar tus pantalones —Nos vemos en la escuela, amor.
—¡Hey! —Levantó la voz, tu no le tomaste importante saliste de la habitación, Sweet Pea fue detrás de ti, tomandote del brazo con brusquedad para detenerte —¿que fue todo esto?
—¿Soy una zorra, verdad? —Te sueltas de su agarre —no te hagas ilusiones, Sweet Pea.
—¿Todo fue una venganza? ¡¿Solo eso?! —Levanto aun más la voz.
—¡Por Dios! —Escucharon a alguien decir, miraron hacia donde provenía la voz para encontrarse con Cheryl —la indecencia merodea mucho estos días. ¿Que diablos se supone que haces?
—Ya me iba —Dijiste.
—Si, y tu también pervertido —Dijo Cheryl viendo que Sweet Pea estaba solo en boxers —largo de mi casa.
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—No me busques, Sweet Pea —Finalizaste para seguir tu camino. Eras una mujer con sentimientos y odiabas tenerlo, por más que dijeras miles de cosas sobre el lo amabas con locura y solo querías abrazarlo y besarlo para estar siempre a su lado; viste tu celular, tenias demasiadas llamadas perdidas de Kurtz "Estas en problemas" pensaste guardando nuevamente tu celular. Para ir a casa, aun ni siquiera sabias que mentirle a Kurtz. Cuando llegaste a casa trataste de hacer el menor ruido posible, pero Kurtz estaba parado con los brazos cruzados en la pared.
—Amor... —Alargaste.
—¿Donde estuviste anoche? —Preguntó con una voz tranquila, obviamente estaba molesto —Fui a buscarte a la escuela. Sabes que odio las mentiras..
—Estuve con Cheryl —Te acercaste a el.
—Tengo ojos en todos lados, T/n. Se que la peliroja no fue la única presente, ¿verdad? —Esta vez cambio su mirada, habías confirmado que si estaba molesto y mucho —¿Te divertiste anoche... Amor?
