-Infidelidad-
Desde pequeños nuestros padres nos enseñaron a respetar y amar. Pero, ¿Que pasaría si no tuvieras a alguien quien te guiará?
Nuestros corazones no deciden a quien amar, ellos solo aman, no hay un solo amor, no hay una sola alma gemela...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Me encantas, T/n —Dijo sin dejar de besarte —quiero que reconsideres ser mi novia.
—¿Debería? —Acariciaste su pecho por enzima de la tela, mientras cambiaste tus besos hacia su cuello.
—Solo eres mía y lo sabes —Dijo ayudando a mover tus caderas de arriba hacia abajo dándole fricción sobre sus partes. Logrando sacar algunos gemidos de ambos. Siguieron con la sesión de besos mientras se deshacían de sus prendas poco a poco, el placer que sentías te hizo olvidar del miedo que sentías al pensar que en cualquier momento iba a llegar Kurtz.
—Sweet, en la mesa hay condones —Dijiste mientras acariciabas su cabello, y el seguía con sus besos en tus pechos.
—¿Desde cuando te preocupas por eso? —Preguntó con una voz ronca y agitada —jamas lo usamos y no lo pienso usar ahora.
—Sweet... —Te quejaste, pero el en un solo movimiento entro en ti haciendo que presionaras las sabanas y mordieras tu labio controlando tu gemido.
—No se siente lo mismo, y se que te encanta sentir mi pene dentro de ti, amor —Comenzó a moverse lento pero profundo —gime mi nombre.
Ordeno, tu sonreiste mordiendo tu labio y comenzaste a disfrutar del movimiento que provocaba muchas sensaciones en ti, Sweet se movía sin parar, mientras que tu gemías a lo bajo y el se sentía orgulloso de los gemidos que te hacia casi gritar.
—M~mas rápido —Dijiste entre gemidos, Sweet cumplió tu petición moviéndose aun más rápido.
—Diablos... —Dijo Sweet cerrado sus ojos al terminar en ti —lo ves... —Dijo con dificultad —me amas.
—¿Que tan seguro estas? —Cuestionaste.
—Tanto que me dejaste terminar dentro —Se acostó a tu lado abrazándote por atrás mientras te cubría con la manta —hasta me pediste más.
—Cierra la boca —Lo callaste, tu cuerpo se había relajado por completo. Sweet acariciaba tu espalda mientras tratabas de dormir.
[.......]
Abriste tus ojos con dificultad, sentiste un brazo sobre ti recordando lo que había pasado, miraste tu celular y tus ojos se abrieron como platos.
—Diablos —Te quejaste —Sweet debes irte —lo moviste en su lugar.
—¿Que sucede? —Preguntó adormilado.
—Debes irte, ahora —Volviste a repetir levantándote de la cama, arrojándole sus prendas —rápido —Recalcaste, Kurtz no tardaría en llegar.
—¿Por que? —Preguntó colocándose su bóxer —¿tu novio no tarda en venir?
—Si, así que vete ahora —Ordenaste nuevamente —me iré a duchar y espero que no estés cuando salga.