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El domingo llega demasiado rápido, Catra pasó el sábado haciendo limpieza profunda de su habitación, viendo videos de gente lastimándose y haciendo estupideces, escuchando música, incluso vio algunas películas, su vieja y confiable computadora sirve para eso y nada más.

Dejar de pensar en el asunto de Scorpia fue fácil, cosas como hacer tarea, espiar a Shanon mientras se pelea por teléfono con su ex, entretenerse con internet, hacer un repaso de la coreografía, entre otras cosas, la distrajeron bastante. Esta lista para ignorar a todo mundo y mandar a la mierda a quien sea necesario.

Amaneció más fresco de lo normal para ser casi otoño, así que Catra optó por una sudadera en lugar de su chaqueta, jeans no rasgados y tenis negros, tiene que volver a sufrir el horror de domar su cabellera y lo logra apenas, casi olvida el moño que le dio Starla.

Desayuna ligero y guarda para más tarde la última barra que le dio Adora . Está en camino por al estacionamiento para entrar por una puerta lateral que da al gimnasio, las puertas que dan al interior de la escuela están cerradas para evitar que algún gracioso haga algo dentro de la escuela, eso fue lo que dijo Huntara.

Antes de llegar a la puerta ve salir a Perfuma aún en su ropa normal, una blusa suelta de manga larga color rosa pálido y una falda hasta la pantorrilla de un rosa más oscuro, la rubia al darse cuenta de la presencia de Catra decide que es el mejor momento para intentar hablar con ella.

—Buenos días, Catra— Perfuma avanza a paso firme, haciendo que Catra se ponga a la defensiva.
—¿Qué? — Catra no tiene disposición de hablar, Perfuma lo nota, pero es precisamente eso por lo que tiene que hablar con ella.
—Quería hablar contigo antes de la práctica — Perfuma tiene las manos entrelazadas a la altura de su estómago, la hace lucir extraña a ojos de Catra y claramente esta incomoda.

—¿Qué quieres? No perderé mi tiempo contigo — La morena se detiene y cruza los brazos adoptando una pose retadora.

—No tienes que ser tan... arisca conmigo, solo estoy tratando de tener una charla amigable contigo— el tono de la chica rubia es tranquilo, casi juguetón algo que usarías para hablar con un niño pequeño que se portó mal, al menos así lo siente Catra.

—No quiero, ¿vas a obligarme? Eso no sería muy zen ¿o sí? — Perfuma se detuvo, aunque Catra tiene un punto, pero la chica rubia se recuerda que esto es más una confrontación y naturalmente la evitara, aunque la duda permite a Catra seguir atacando— No sé qué estás planeando, pero dile a Scorpia que...

—Esto no tiene nada que ver con ella— se apresura a interrumpirla, aunque sí está relacionado con Scorpia, también se ha convencido de que sus motivaciones van más allá de eso— Mira sé que no te agrado por razones que no entiendo, pero yo quiero que nos llevemos bien, al menos que me insultes cada vez que te hablo.

—Eso va a ser difícil— Catra se burla de ella con una sonrisa felina, astuta y sarcástica.

—No creo que lo sea, sé que eras muy amiga de Adora y Scorpia me hablo mucho de ti, no sé qué paso entre ustedes, pero...

—Aja, me lo imaginé, escucha niña de las flores: ocúpate de tus asuntos, — Catra se acercó amenazante tomando a Perfuma por el cuello de su blusa, a pesar de la diferencia de altura— no sabes de que mierda estás hablando, así que cierra la maldita boca.

Perfuma se enfurece indignada por el maltrato, en este punto está lista para contraatacar, empuja suavemente a Catra por los hombros lo suficiente para hacer que retroceda, pero no para lastimarla.

—No sea grosera, por favor, estoy tratando de ser amable, has tenido una vida difícil, lo entiendo, pero eso no te da derecho a pisotear a las personas, merecemos respeto, Scorpia se merece que por lo menos la escuches.

El comentario hizo que la furia de Catra crezca, ¿a cuantas personas les fue ventilada su turbulenta vida? ¿qué tanto les había contado la bocotá de Adora?

—Te tengo noticias princesita estúpida, no te debo nada, me importa una mierda tus sentimientos o los de Scorpia o los de cualquiera, si no quieres que te trate mal o que te insulte limítate a hacer la mierda de porrista, no me hablas, no quiero ser tu amiga y no tengo porque serlo.

Catra se aparta y está lista para continuar su camino al interior del gimnasio, le va la espalda a Perfuma.

—¿Qué ganas siendo tan arisca y mala con todos? Tu negatividad no te llevara a ningún lado, no es una forma sana de vivir— el discurso positivo es necesario.

—Simplemente quiero que me dejen en paz, los sentimientos de Scorpia no son mi responsabilidad y si estás enojada porque no le gustas, es tu problema.

El tono de Catra es más tranquilo y resentido, lo dice solo por molestar. Sin embargo ante el silencio de la otra, Catra voltea para ver su expresión, la pedrada golpeo en el centro, es obvio en el rostro de Perfuma, la morena lo nota a simple vista, por supuesto que es eso, que la pequeña niña de las flores esta celosa.

—¿Se trata de eso, no?, —Catra se voltea para encarar a la otra chica, ahora más segura de si misma— yo soy tan mala, arisca y negativa, todo lo contrario a ti y Scorpia me prefiere, ¿debe doler mucho no? — Catra camina alrededor de ella como un felino acechando a su presa, rodeándola. Perfuma aprieta los puños — Pensar que ella nunca se fijara en ti, porque no eres su tipo, tu pequeña cabecita pensando "soy mejor que esa huérfana, soy una buena chica, zen, perfecta y le agrado a todo el mundo, Scorpia debería querer estar conmigo, no con ella"—Catra hace todo tipo de poses dramáticas, fingiendo sorpresa poniendo delicadamente las manos sobre sus medillas, fingir un desmayo y todo el espectáculo, como una doncella ofendida del siglo XVII. Le aprendió algo a Trouble después de todo.

—Te equivocas... Yo nunca he pensado así de ti— La actuación la ofende porque está claro que el plan es ridiculizarla.

—¿Así? Entonces ¿que planeas con todo esto? te empeñas tanto en querer darme una lección de buenos modales, ¡¿a ti en que te afecta que yo sea así, que quiera estar sola, que no le agrade a nadie, que nadie quiera estar conmigo?!

Decir esas palabras en voz alta está haciendo mella en Catra, saberse sola y desvinculada no es nuevo, pero siempre dolerá. Perfuma esta un poco desesperada, para ella es claro que Catra no quiere eso, la forma en que frunce el ceño parece que quiere llorar, su voz tiene un tinte de desesperación escondido. Sus hombros se encogen y sus uñas comienzan a lastimar sus palmas por la fuerza con que aprieta los puños.
No obstante, ahora que sus intenciones son puestas en duda y sus verdaderas motivaciones pueden ser expuestas, la rubia debe evitar que Catra confirme sus conclusiones.

—¡Porque quiero ayudarte! ¡no quieres la lastima de nadie y respeto eso!, sé que piensas que no necesitas a nadie, pero no te harás menos autosuficiente si tienes un amigo, si confías un poco en los demás— la rubia se acercó y puso sus manos sobre los hombros de Catra, la castaña esta tan afectada que deja que la toque— entiendo que te asuste que te abandonen, te utilicen o te lastimen, pero habrá veces que valdrá la pena acercarte a las personas, ¿realmente quieres estar sola todo el tiempo?

La mención del abandono realmente toca a Catra, sus ojos se humedecen y se da la vuelta para evitar que la viera mientras se secaba las lágrimas rebeldes. Pero perfuma no se detiene, es malo aprovecharse de las debilidades de otros, sin embargo, encuentra necesario denotar el tema.

—Siempre he tratado de ser amable contigo, no por lástima ni nada por el estilo, se lo que es estar llena de irá Catra, aprendí que nada bueno sale de eso, por eso ahora trato de controlarla. De ser zen y todo esto.

Catra mira detenidamente a Perfuma, sus ojos buscan en los ajenos cualquier rastro de mentira, cualquier señal de que es una artimaña, pero solo encuentra una miraba triste, compasiva y un poco cálida.

—Se que no puedo obligarte y no lo intentare, pero quiero que sepas que estoy aquí si necesitas a alguien con quien hablar, cuando te sientas lista, estoy dispuesta a ayudarte.

Perfuma decide que era mejor dejarla sola, quizás lo consideraría. Hablar con ella es más difícil de lo que pensó.

Perfuma derrama una lágrima mientras se dirige a los casilleros, salió peor de lo que esperaba, pero tiene que admitir que sus expectativas eran un poco demasiado optimistas. Sin embargo, no puede evitar sentirse como una mala persona, tiene motivos egoístas.

Su plan no era presentarse como una aliada.

Como yo a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora