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El despertar es un proceso diferente para cada uno, Catra necesitó de mucho para acostumbrarse a abrir los ojos y dejar las cobijas con el segundo aviso del despertador. Cuando niñas, Adora solía tirara a Catra de la cama en los casos más extremos, al separarse sufrió mucho llegando tarde y siendo regañada por Weaver.

Sin embargo, ya está acostumbrada a levantarse, aunque sea de mal humor. este día en particular es un tanto peor que el resto, es el primer día del tormento llamado " Ahora soy una maldita porrista y tendré que soportar a las otras malditas porristas". Además del hecho de que Adora podría estar rondando por ahí, que se la encontrará en los partidos, el solo pensar en eso la hace no querer salir de la cama por el resto de su vida.

Sin más opción, lucha por no dormirse mientras se cambia de ropa, ella evita trasnochar no porque sea una persona responsable, sino porque le gusta dormir.

Su desayuno son dos tazones de cereal con leche, hay una nota en la mesa que dice "no hagas desastres", lo que significa que Sharon se fue temprano, no le importa porque eso es lo que normalmente pasa. En medio de su desayuno se da cuenta de que estará afuera todo el día hasta las 6 de la tarde y para entonces ya tendrá hambre. De mala gana rebusca en la nevera, prepara algunos sándwiches, espera que no se echen a perder hasta que den las tres de la tarde, porque en todo caso le tocará tirarlo y morir de hambre hasta llegar a casa.

Justo también recuerda que no preparo sus útiles, ni la mochila en la que planea llevar las cosas que necesitará poner en su nuevo casillero. Maldice mientras se apresura a su habitación, dejando medio plato de cereal, a prisas y sin mucha delicadeza empaca algunas cosas, por suerte en la ducha de ayer por la noche recordó depilarse así que eso es un pendiente menos. El uniforme está seco y la pequeña mochila vieja es suficiente para lo que llevará, que en realidad no son muchas cosas.

De repente se mira en el espejo y recuerda un detalle importante: tiene que recogerse el cabello. Gruñe fastidiada y toma el cepillo más cercano, su cabello es bastante indomable la mayoría del tiempo, debido a que es muy grueso y necesita al menos dos ligas para que no se suelte. Termina por peinarlo en una coleta medio alta, se mira por un momento y trata de no pensar en una coleta de cabellera rubia. Mira la hora, ya es algo tarde y debe salir pronto si no quiere tener un reporte.

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Adora termina de ducharse después de una hora extra de ejercicio, es la mejor manera que tiene para liberar algo de estrés, se repite mentalmente que hay cosas que están fuera de su control, un mantra que se dice a si misma cuando siente que debería hacer más. Tiene que ser positiva, espera tener oportunidades para reparar su relación con Catra o al menos lograr que le hable. Claro que no espera que sea inmediatamente, pero necesita comenzar por algo.

Después de vestirse con unos jeans, una camiseta blanca y su habitual chaqueta roja, va a la cocina y le ahorra a Hope la labor de preparar el desayuno, lo cual sus madres agradecen, el desayuno procede tranquilamente

—Volviste a levantarte temprano, te oí bajar al gimnasio— comienza Hope repentinamente después de un momento de silencio. El tono acusador no pasa desapercibido por Adora, Hope puede ser fría en ocasiones.

—Si, tenía ganas de hacer algo de ejercicio extra – si bien no es algo malo, la forma en como su madre lo dice la hace sentir como si se hubiera portado mal.

—No es bueno para tu salud, tendrá consecuencias en tu rendimiento, será mejor que no lo vuelvas a hacer— Mara le da una mirada a su esposa y cuando esta se da cuenta, termina apresuradamente su discurso, solo para ver a su hija y la forma en como se encoge en la silla.

—Si, madre— Adora baja la cabeza y continua su desayuno un poco desmotivada.

—Sabes que cuentas con nosotras, si necesitas algo, si algo te preocupa, no dudes en hablarlo— Mara sabe que Hope quiso expresar su preocupación, aunque no lo hizo de la mejor manera y ella también está preocupada.

Como yo a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora