Como yo a ella

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Que Catra vaya al centro comercial con Sharon es una actividad tan rara de suceder como de realizar, cada cierto tiempo la mujer le da una cantidad de dinero y la deja escoger ropa, le prohíbe algunas cosas, nada de faldas o pantaloncillos demasiado cortos, blusas que muestren el ombligo o demasiado escotadas, ni ropa extravagante, absolutamente nada de maquillaje y tiene que guardar el recibo de cada cosa. En muy contabas ocasiones la acompaño, claro que cuando Adora estaba con ellas las salidas eran más frecuentes, a pesar de que tenían más restricciones en cuanto a la elección.

Hace unos meces, Catra gasto una buena parte de su presupuesto en su chaqueta de cuero, Sharon la cuestionó y Catra tuvo que defender su compra alegando que era de buena calidad y bien cuidada le duraría mucho, así lo dejo pasar.

Inician su recorrido dirigiéndose a la tienda de equipo deportivo para conseguir los zapatos, Catra le dice al dependiente el modelo y la marca, pero Sharon la interrumpe e indaga sobre el desgaste, por lo que termina comprando dos pares de supuesta mejor calidad, para sorpresa de Catra. No esperaba que Sharon fuera tan generosa con ella en ese momento. Según lo que escucho, la mujer la señalo como la causa del fin de su relación, aun quedan interrogantes, como quién es Entrapta, que tiene que ver con todo el asunto y quién exactamente es Hordak, de dónde se conoces. En general tiene curiosidad sobre la relación, sin embargo, no es que pueda preguntar y difícilmente Sharon se lo dirá.

Cuando salen de la tienda Sharon le dice a Catra que se quede en la banca que está enfrente mientras ella compra algo, Catra no sabe porque no la dejo acompañarla, aunque no le importa, así que solo asiente y obedece.

Mientras espera ve a dos chicas y un chico caminar en dirección a la tienda, una de las chicas mira a Catra y en seguida dice algo a los otros, luego cambian de dirección y se aproximan a la morena, esta se intriga por el acto y permanece cautelosa.

-Hola, eres tú emm... - comienza una de las chicas, es alta, acuerpada, de cabello castaño claro que le cae sobre los hombros y ojos verdes, ella chasquea los dedos tratando de recordar, pero al final se rinde- la chica nueva

—Catra— dice la otra chica después de hacer un gesto pensativo, está chica tiene el cabello largo, liso y color lila, ojos marrones y es la más baja de los tres; el chico es fornido, de cabello castaño oscuro y con corte militar, de la misma estatura que la primera chica, Catra los miro y pensó que las caras le parecían conocidas, pero aun sin ubicar bien de dónde.

—Creo que no nos presentamos el otro día, Soy Myrna, ella es Arwen y él es Brent- los otros dos hacen gesto con la mano, mientras Catra los mira confundida, una luz se encendió en su mente, estos chicos son porrista, por eso la llamaron la chica nueva.

—Si, ya lo recordé, las porristas— dice desinteresada, parece transmitir ese desinterés a los otros porque hacen el intento de sacar adelante la conversación.

—Exactamente— Dice Brent queriendo participar en la conversación y aguantando una risita- no obstante, tú también eres porrista ahora- ninguno parece tomar a mal el comentario, pero si lo están no lo demuestran, tendrá que reconocerles eso. Sus risas son ligeras, no burlonas.

—¿Viniste por los zapatos cierto?, casi todos compramos aquí, tienen los mejores precios en la zona— continuo Myrna después de ver la bolsa junto a Catra.

—¿Porque no te unes a nosotros?, estaremos dando vueltas por aquí un rato, sería bueno comenzar a conocernos— la chica llamada Arwen se adelanta a los demás, pero parece que no es la única que piensa que es buena idea.

—Seria genial, no pudimos hablar mucho el otro día, estamos curiosos por el asunto de la gimnasia, Seltik nos comentó un poco, pero queremos oírlo de ti— sus rostros demuestran entusiasmo y amabilidad, parece una oferta genuina y no un intento por molestarla toda la tarde.